Capítulo 47

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Shaoran:

Siento algo muy extraño en todo el cuerpo, ese hombre, esa mirada despierta algo que murió desde que mis padres se fueron de este mundo.

Calidez y seguridad.

Estoy pasando la saliva y mi corazón no deja de latir, él se acerca al lado del presentador para dar sus palabras. El ceo poderoso del grupo Huang tiene un rostro al fin y es uno que a pesar de no haber visto jamás siento que tenemos una conexión.

Todos aplauden pero sigo sin dejar de mirarlo. Sus ojos ámbar son tan parecidos a los de mi padre que por un momento me sentí muy feliz, como si volviera a estar a su lado. Tengo ganas de llorar aparte de una angustia que me ahoga. Me levanté del asiento perturbado y si no es por una pequeña mano hubiera caído pesadamente al suelo.

Los ojos verdes de Sakura me observan con extrañeza y preocupación haciendo que mi corazón se debilite como cuando era un pequeño niño rodeado de felicidad y amor.

—¿Estás bien? Te veo pálido—su pequeña y delicada mano sigue encima de mí brazo, mis impulsos hacen que la atraiga a mis brazos sintiendo su olor de mujer que es mío—¿Shaoran?

—Debo salir de aquí—pedí en un susurro—. No me siento bien.

Me apoye en su cuerpo saliendo al gran jardín que ese lugar acoge. El aire toca mi rostro sintiendo que vuelvo a tener el control de mí mismo. Sakura me sigue observando y en mi interior siento felicidad, este tiempo con Andrew no ha disminuido su amor hacia mí y vaya que me encanta. Suspiré con fuerza y me acerqué para verla a los ojos con serenidad.

—Lo siento—dije con sinceridad—. Ese hombre me recordó un poco a mi padre.

—¿De verdad?—asentí sin dejar de mirarla, es tan hermosa que no me cansaría de hacerlo—. No lo conocí pero pienso que lo amaste mucho para sentir una conexión importante al ver a ese hombre.

—¿Cómo lo sabes?—sonrió con tristeza.

—Recuerda que no hace mucho que perdí al mio y a veces siento que me cuida, he visto personas que se han asemejado a él y bueno…—apreté los labios, me gustaría que todo sea diferente a como es la realidad. Que ella no sea la hija de ese infeliz que acabó con mi familia. Estoy seguro que nuestra historia sería otra en este momento—. Debemos volver, eres uno de sus socios.

Antes de irnos la tome entre mis brazos una vez más y sin mediar palabra la besé con desesperación una que tengo desde el momento que la recupere de los brazos de Andrew, esa forma de tocarla es porque él en verdad está interesado en ella y a diferencia mía él si es capaz de darle lo que yo por culpa de mi venganza y mi odio hacia los Kinomoto le estoy negando. Mi mano se resbala por su hermoso vestido rojo encendiendo mi cuerpo como una flama queriendo devorarla sin dejar nada de ella.

Tuve que soltarla por falta de aire, sus ojos verdes se abren lentamente y a pesar de quitarle el labial de sus labios se sigue viendo sexy y provocativa, con mi pulgar repase sus labios para quitarle lo último de labial que le quedaba, su mirada es un mezcla de molestia con excitación, sonreí de medio lado y tomando su cintura volvimos dentro del lugar.

—¿Lo hiciste al propósito cierto?—me cuestiono sentándonos en nuestra mesa, de reojo veo a Andrew que desde que entramos no nos ha despegado la mirada, busco a su padre y me sorprende verlo con el señor Huang—. Eres demasiado.

—¿Acaso no puedo besar a mi mujer estando solos?—eso la pone roja—. Agradece que no te empuje a un lugar oscuro donde hace tiempo te hubiera arrancado el vestido haciéndote mía sin ningún pudor.

—No me sorprendería si lo hicieras—afirmó enojada, sacó de su cartera el labial que le quite con mi beso, veo a Andrew y en nuestras miradas hay chispas de electricidad a punto de explotar—. Mantén la compostura la próxima vez cariño porque si no no me culpes de lo que pueda hacer.

𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐕𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚Where stories live. Discover now