Capítulo 64

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Sakura:

Mi pecho sube y baja sin detenerse, mis ojos no dejan de llorar y una opresión muy terrible me aprieta el corazón. Vi a Shaoran en medio de un charco de sangre, sin vida y a su lado un hombre alto y todo de negro que solo tenerlo cerca me eriza la piel sintiendo el verdadero terror y la muerte misma.

—¿Sakura estás bien?—Tomoyo ingresó a la habitación seguido de Naoko y Ares sube a mi regazo, siente mi perturbación y por ello es inquieto—. Oímos tu grito.

—Necesito hablar con Shaoran—tanto ella como Naoko me ven incrédulas—. Siento que está en peligro, quiero estar segura de que solo fue un mal sueño lo que me hizo despertar. Por favor.

—De seguro que está dormido ahora o más que feliz con otra mujer—respondió mi mejor amiga con enojo—. Déjalo pasar, solo fue eso un sueño.

—Pero…

—La señorita tiene razón señora—habló Naoko cargando a Ares—. Recuerde que las noticias malas son las primeras en llegar, y dudo mucho que al señor le haya ocurrido algo.

—Y si así fuera merecido se lo tendría—abrí los ojos sorprendida por eso, esto es nuevo en Tomoyo—. Recuerda todo lo que has pasado por su culpa, debes olvidarlo ya.

Baje la cabeza porque tiene razón, todo lo que él me ha hecho sería una excelente oportunidad para olvidarlo y sacarlo de mi corazón para siempre. Pero es tan fácil decirlo y difícil cumplirlo. Este sueño no es cualquier cosa, tenía que saber que estaba bien, pero sin que él se entere que estuve averiguando sobre su bienestar. Me acomodé en la cama, veo que ambas salen de la habitación y rápidamente busqué mi móvil, tenía que comunicarme ya sea con Fye o con Wei que la última vez que lo vi estuve algo grosera con él.

Le marqué al primero pero no respondió, seguí con Wei y al oír mi voz se sorprendió mucho. Fui sincera con él y lo que me dice hace que tenga un mal presentimiento:

—El señor se fue a China, tuvo que irse de manera inmediata porque muchos asuntos lo requerían.

—Entiendo—respondí suspirando algo aliviada pero no es suficiente—. No le menciones que lo llame por favor.

Antes de que me responda corte la llamada con mis emociones a flor de piel. Ese sueño parecía tan real, tenía que averiguar qué de verdad estaba bien, aunque me dijeran que estaba muy bien acompañado y rompa mi corazón en miles de pedazos tengo la imperiosa necesidad de saberlo bien. Busqué en mi directorio el teléfono de la hacienda Loo en Hong Kong pero creo que lo borré por error.

Vi mi reloj y era muy tarde, solo me quedaba esperar a que amaneciera y tratar de averiguar algo. En eso recuerdo que Eriol tal vez tenga el número de la hacienda. Le envié un mensaje y solo ruego que me responda lo más pronto posible. Si no llamo directamente a Shaoran es porque estaba tan dolida que sin pensarlo borré su número.

Vi el techo de mi habitación tratando de descansar pero era inútil. Al menos mi trabajo en la empresa veterinaria sigue esperando por mi y a partir de la siguiente semana podré reincorporarme, el gerente fue muy comprensivo conmigo. Estoy por cerrar los ojos y quedarme dormida cuando un mensaje de texto llegó a mi móvil. Pero al leerlo mis ojos se abrieron de par en par y mi corazón se detuvo instantáneamente.

•••••

—¡¿Qué has dicho?!—Eriol se levantó de golpe de la cama—¡¿Cómo está?!

—¡Grave joven, está perdiendo mucha sangre, lo estamos llevando a la clínica del centro de Hong Kong, le avisé a usted porque es su primo y…!

—Hiciste bien—se puso sus lentes y salió de la habitación para buscar a Meiling pero la susodicha está en la cocina tomando agua—¡Voy a pedir permiso en el trabajo y viajaré a primera hora de la mañana, tenme al tanto!

𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐕𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚Where stories live. Discover now