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—¿Cómo te sientes? —preguntó Hoseok apenas soltó su mano suavemente, ya habían salido del establecimiento.

—Oh, Hoseok, lo siento. No tienes porqué llevarlo. —Taehyung se apuró a sacar su mochila del hombro de Hoseok. Había olvidado por completo que el pelinegro lo había tomado.

—Está bien, no es nada. —Hoseok era tan amable que lo hacía sentir peor o como si no lo mereciera. Se colocó su mochila bajo la mirada fija del pelinegro, no pudo evitar sonreírle y él le sonrió de vuelta también—... ¿Te sientes algo mejor? Puedes hablar conmigo si quieres —murmuró suavemente, como si tuviera miedo que sus palabras pudiera lastimarlo.

Taehyung asintió sabiendo que él lo escucharía.

—Gracias. Estaré bien —aseguró, porque era cierto. Y la razón, estaba frente a él, luciendo una hermosa sonrisa con hoyuelos marcados.

—Sé que si, eres fuerte —elogió Hoseok—. ¿Irás a tu casa ahora? —Se suponía que si, las clases habían terminado y ellos habían terminado su trabajo. Pero entonces recordó.

—No pude rehacer mi opinión personal para el trabajo, así que iré a hacerlo y se los mandaré. —La expresión que hizo Hoseok lo confundió, fue una mezcla entre tristeza y frustración.

—Sobre eso —mencionó—. No te preocupes, estuvo bien. Solo fue algo que hicieron para que pudieras hablar con Yoongi a solas. —Escuchar eso, no lo sorprendió del todo. Solo fue vergonzoso, vergonzoso porque no se había dado cuenta hasta que Hoseok lo mencionó. Era tan tonto hasta ese extremo.

—Oh... —Bajó la mirada, ¿podría ser peor? Ahora ya sabía de que habían comenzado a discutir él y Jungkook, Hoseok lo había defendido y a pesar que le gustaba eso, no se sentía del todo correcto. Quería ser lo suficientemente fuerte para poder defenderse solo, quería ser valiente y que nadie nunca pudiera hacerlo sentir mal.

Sintió la mano de Hoseok envolver a la suya. Obstáculo número uno, el afecto de Hoseok lo hacía sentir como una indefensa criatura y sentía la necesidad de acurrucarse en él mientras acariciara su cabello con sus delgados dedos.

—Debo irme y tú también, ya es tarde —murmuró Hoseok volviéndolo. Asintió perezosamente—. Pero primero tienes que darme tu número de teléfono. —Oh, no se había dado cuenta que nunca se lo había dado. A pesar que habían estado en un mismo grupo no lo había agendado porque Hoseok apenas había saludado y había salido días después. Taehyung aceptó de inmediato y comenzó a dicta su número cuando lo vio sacar su teléfono luego de soltar su mano—. Te enviaré un mensaje cuando llegue a casa.

—Está bien. —Estaba más que bien, esperaba con ansias su mensaje. Esperaba con ansias hablar con él todo el fin de semana.

—Tal vez... tal vez algún día quieras venir a mi casa.

—¿Me... me estás invitando? —Hoseok sonrió.

—Si... Quiero decir, nos conocemos hace relativamente poco tiempo así que podría asustarte que lo haga. En realidad no soy de invitar a nadie tampoco, solo que contigo es diferente.

—¿Pero tus papás? —preguntó antes de sentirse completamente emocionado como lo hacía.

—No creo que les moleste. De todas formas, no suelen estar en casa porque trabajan mucho.

—¿Quieres decir que estaríamos solos? —Se ruborizó y no sabía o no quería saber bien la razón.

—Si... Oh, será mejor que nos vayamos ahora. Ya es tarde. ¡Te enviaré un mensaje! —exclamó como nervioso comenzando a irse. Apenas pudo despedirse, lo dejó con ganas de decirle que se había despedido sin besarlo. Se ruborizó cuando eso sonó mal hasta en su propia mente.

Gaslighting [ vhope ]Where stories live. Discover now