3. Enfermo

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Narra Stacy

Nunca encontré la tercera opción, así que opte por no querer sentirme culpable y voy en el ascensor. Muevo mi pies con rapidez, estoy nerviosa. Se supone que si no tienes autorización no puedes subir a este piso, ya que es completamente del jefe.

Finalmente el ascensor se detiene y las puertas se abren revelando el largo pasillo que lleva hasta la gran puerta del departamento de Austin Maxwell.

Siento mis piernas temblar mientras camino, observo todo a mi alrededor bastante asustada.

¡No quiero, ni puedo perder este empleo!

Dejo salir un largo suspiro al quedar frente a la puerta, subo y bajo dos veces mi mano antes de finalmente poder tocar el timbre.

Estoy segura que no pasan ni cinco segundos cuando es abierta. Abro los ojos impresionada al ver que es la niña, sus ojos verdes me observan totalmente confusa e incluso puedo ver como sus manos se aferran con fuerza al pomo de la puerta.

—No eres Kim —son sus primeras palabras. Que por cierto, se escuchan bastante frías.

¿Será de familia?

—No lo soy, pero conozco a Kim y ella no pudo venir, ya que esta con Alfred, quien es su...

—Sé quien es Alfred -—me corta. Trago saliva—. ¿Entonces conoces a Kim? —pregunta y me observa de arriba a abajo.

¡No puedo creer que estoy temblando frente a una niña de unos siete años!

—Trabajo en el hotel y Kim me pidió que cuidara la recepción —balbuceo.

Ella asiente con lentitud.

—Necesito de tu ayuda. —Antes de que pueda responder ella ya está tirando de mi mano y ambas nos adentramos al departamento.

—No creo que sea correcto...

Nuevamente ella me ignora y me hace una seña para que la siga.

¡No debería de estar aquí! Por favor dios, ayúdame.

—Creo que mi papá tiene fiebre, su frente arde mucho. —Ambas subimos las escaleras. No puedo creer lo grande que es este lugar, seguro es unas cuatro veces mi pequeño departamento— Debe ser, ¿cierto? —Me mira preocupada, asiento algo aturdida.

—Puede ser —respondo—. ¿Dónde está?

—En su habitación. —Me apunta una puerta al fondo del pasillo— Papá siempre me dice que si algo sucede debo llamar a Kim, ahora lo hice, pero no estaba —explica con bastante rapidez.

Dios, es una niña demasiado inteligente.

Mis nervios vuelven cuando abre la puerta de la que se supone es de mi jefe. Es la habitación más grande que he visto en mi vida, todo es de un color azul oscuro y gris.

No paso desapercibida la persona que se encuentra acostada en la cama, mi jefe aún se encuentra en traje, igual como lo vi hace unas horas.

—¿Hace cuánto está así? —pregunto y me acerco un poco a la cama.

Ella se mueve con rapidez y se sube por el otro lado de la cama. Sus pequeñas manos tocan la frente de su padre y abre los ojos preocupada.

—No mucho, él me dijo que llamara a Kim, pero parece que ahora arde más —su voz sale aguda. Está asustada— Mira, toca su frente —me indica.

Con el cuerpo temblando me acerco hasta poder estar a solo centímetros del cuerpo de mi jefe. Su respiración es profunda, pero da leves temblores, se puede notar que tiene fiebre.

Todo Lo Que Quiero (#2) Where stories live. Discover now