29. Anhelo

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AHHHH la historia acaba de llegar a los 100k de lecturasss. ¡No me lo creo!

Muchas gracias por todo el apoyo, los amo demasiado... Este capítulo es para ustedes como agradecimiento, disfrútenlo, y denle mucho apoyo, así nos leemos mañana.

Narra Stacy

—¿Ya se durmió? —le pregunto a Austin cuando lo veo bajar las escaleras.

Asiente con lentitud, y termina por sentarse a mi lado. Deja salir un largo suspiro, y lo entiendo completamente, ambos no sabemos como reaccionar ante las palabras de Hilary.

No me puedo creer que esa niña ya sabía lo nuestro, y en ningún momento nos dijo algo, sino, que solo lo guardó esperando que le dijéramos.

—Todavía estoy en shock —murmura. Tiene el ceño fruncido, y no deja de mirar la pared frente a nosotros.

—Yo igual. Realmente la subestimamos, esa niña es muy inteligente —balbuceo.

Austin gira el rostro para mirarme. Me pone nerviosa porque no habla, además, parece que su mente está en cualquier lugar, menos aquí.

—Todavía no sé si tengo una hija, o una vieja chismosa —sisea.

Aunque quiero presionar los labios para no reír, se me hace imposible. Dejo salir una gran carcajada por sus palabras, y él sonríe, aún sin dejar de mirarme.

—Debes de acostumbrarte porque cada día va a  empeorar —lo molesto—. Además, te encantan las dos facetas de tu hija, no lo niegues.

Finalmente puedo ver su rostro más relajado, y se siente bien que no esté preocupado. Se acerca un poco más para besar mi frente con cariño.

Me tomo el atrevimiento de abrazarlo por la cintura, y por primera vez se siente totalmente cómodo. Ya no debemos de ocultarnos.

—Amo cada faceta de mi hija. A pesar, de que esté media loca —ríe—. Lo bueno es que ahora no nos tenemos que esconder —murmura lo último, y deja un beso en mis labios.

Levanto el rostro para poder besarnos mejor, y llevo las manos a su cabello que acaricio con lentitud. Las suyas recorren el centro de mi espalda bajando hasta mi cintura dejándolas allí.

—Pero... —Me alejo, a pesar de su quejido—, eso no significa que estaremos besándonos a cada momento. —Lo apunto— Debemos de tener respeto.

Hace un gesto cuando nuevamente me alejo, y deja caer la cabeza en el respaldar del sofá suspirando.

—Está bien. Tendremos mucho respeto. —Me giña— Ahora ven aquí... —Me llama. Me muevo dejando que me acerque a su pecho—. ¿Recuerdas que tenemos una cita pendiente? —pregunta en mi oído.

Trago saliva. Cierro los ojos mientras asiento, él mueve las manos sobre mí estómago en leves caricias.

—Lo recuerdo —murmuro.

Su aliento choca en mi cuello, y me estremezco. Incluso puedo intuir su sonrisa por lograr su cometido, y ponerme nerviosa.

—¿Qué te parece mañana?

Abro los ojos sorprendida. ¿Tan pronto?

—¿Mañana? ¿No es muy pronto? —pregunto. Giro el rostro para poder mirarlo.

Él se encoge de hombros dejando un corto beso en mis labios.

—Para nada. Además, quiero que sea antes de la cena con mi hermano —pide—. ¿No quieres mañana? —Frunce el ceño.

Todo Lo Que Quiero (#2) Where stories live. Discover now