25. Cita

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Estuve pensado. ¿Qué les parece hacer la dinámica que hice hace unos capítulos siempre?

Podrían tener capítulos todos los días o dos veces por día. Ustedes me inspiran a escribir cuando me dan tanto apoyo.

Serían 200 votos y 200 comentarios todos los capítulos, no les subiré cifra, me conformo con poco jsjs

¿Qué les parece? ¿Hacemos negocios?

★★★★

Narra Stacy

18 de Junio, 2024.

—Ya te he dicho que no me molesta ayudarte a elegir el vestido. —Verónica me da una gran sonrisa.

También sonrío, pero siento que mis manos sudan ante el pensamiento de la cita. Hoy por la noche finalmente se realizaría, el señor Austin tuvo días nuy ocupados. Además, tuvo que hablar con los abuelos de Hilary, y ellos se quedarán algunos días con ella.

No sólo estoy nerviosa, estoy aterrada. Siempre he sido muy torpe y mi jefe no me ayuda con sus ganas de hacerme pasar vergüenza.

—Nunca podré terminar de agradecerte —digo con sinceridad—. Desde ayer estoy buscando entre mi armario, pero nada me convence.

Verónica es la única que sabe sobre lo que está sucediendo con mi jefe. Estos meses me han servido para conocerla y confío en ella, así como también sé que me tiene la confianza para contarme sobre su vida.

Me alegró no haber sido juzgada, y cuando se enteró solo me dió un gran abrazo mientras chillaba. Llegué a pensar que ésta mujer estaba más emocionada que yo con la noticia.

—Pues ya no te preocupes. Tendremos toda la tarde para encontrar el indicado. —Me da un pequeño abrazo que correspondo gustosa—. ¿Debe ser muy formal?

Niego.

—Me dijo que no iríamos a un lugar costoso —confieso—. Me parece increíble, porque no podría estar en un lugar así, no pertenezco y seguramente haría una horrible estupidez.

Verónica no aguanta la carcajada, e incluso se lleva las manos al estómago de tanto reír.

—Lo siento. Es que te acabo de imaginar en unos de esos restaurant y el desastre que podrías hacer. —Ríe, y yo también lo hago porque tiene razón.

—Eres mala —me quejo.

—Solo digo la verdad. —Se encoge de hombros.

Niego, divertida.

El día pasa mucho más rápido de lo esperé, y cuando menos lo espero, ya me encuentro en mi departamento con Verónica invadiendo mi habitación; aunque para ser exactos, mi armario es el que está pasando susto.

—Ahora te tengo miedo —susurro. Mi cama se encuentra tapada con ropa desordenada que Verónica tira sin nada de delicadeza.

Se gira como si fuera una chica totalmente endemoniada, dándome una mirada de muerte que me deja estática en mi lugar.

—Ninguna palabra más. —Me apunta— Querías que te ayudara, ahora te aguantas.

Vuelve a su anterior posición, y debo de hacerme a un lado cuando una camiseta casi me cae sobre la cabeza.

Me observo las manos porque no tengo nada mejor que hacer, y no puedo evitar que los pensamientos me traicionen por unos breves segundos.

¿Será buena idea la cita?

Todo Lo Que Quiero (#2) Where stories live. Discover now