Todo Lo Que Quiero (#2)

12. Tierno

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Narra Stacy

¿He tomado una buena decisión?

La verdad es que ya ni siquiera importa, no hay forma de que pueda retractarme respecto a esto.

Observo con atención la habitación aún sin acercarme a la cama. Me siento ansiosa, nerviosa y muy temerosa. Todo es tan lujoso que me da miedo hacer algo incorrecto.

Pasos en el pasillo me tienen girando hacia la puerta con nerviosismo. El señor Austin entra con algunas cosas en las manos.

-Te he traído esto. -Se acerca para tenderme las cosas- Es una camiseta y un pantalón. Seguramente te quedarán grandes, pero... te pueden servir para dormir con comodidad -sonríe.

Trago saliva.

¿Cómo puede ser tan bueno? A penas me conoce hace unas semanas, se supone que no debería de estar durmiendo en el departamento de mi jefe.

-Muchas gracias, espero que no sea una molestia -digo un poco afligida.

-¿Puedes dejar de hacer eso? -pregunta. Su entrecejo de arruga y su rostro muestra frustración.

-¿Qué cosa? -Lo observo extrañada. No entiendo a que se refiere.

-El decir que eres una molestia a cada momento -espeta-. Si me ofrezco a ayudarte no es por sentir pena o cualquier otra cosa que pase por tu cabeza. No molestas, Stacy, por favor ya deja de decirlo -se escucha como una súplica-. Haces que... -se calla por unos segundos, negando-. Lo mejor es que descanses.

Atrapo mi labio interior, sintiéndome una estúpida ante él.

-Yo...

-Ya no importa. -me interrumpe haciendo un gesto dándose vuelta para salir de la habitación- Sí necesitas algo, me puedes buscar en la habitación del fondo -habla, dándome una mirada por sobre su hombro.

Puedo suspirar con normalidad cuando me encuentro completamente sola en la habitación, pero cierro los ojos con frustración.

¿El señor Austin se ha enojado?

Dios, esto es tan complicado. No siempre soy así, es solo que al estar tan cerca de él, simplemente no puedo ordenar mis pensamientos y mucho menos lo que sale de mi boca.

-Eres una tonta... -me susurro a mi misma, mientras miro la ropa que me ha traído.

Su forma de ser conmigo me confunde. ¿Sé supone qué un jefe hace esto?

Camino hasta el baño, comenzando a quitarme la ropa y ponerme la que trajo. Cuando ya me encuentro totalmente lista me observo al espejo y no puedo evitar reír ante mi apariencia.

El pantalón me queda muy ancho, mientras que en la camiseta posiblemente caería otra yo. Cierro los ojos por unos segundos al sentir la fragancia que emana la ropa, es exquisita.

Abro los ojos sorprendida ante mis pensamientos.

¿Eso significaría que mi jefe es exquisito?

¡Carajo, no! Debo dejar de pensar en el y como sería.

Negando, salgo del baño y voy directo hasta la cama metiéndome en ella. La vista del ventanal da una imagen increíble y ni que decir de la iluminación de la luna.

No sé si es la comodidad de la cama, pero mis ojos se comienzan a cerrar en los siguientes minutos. Todo se encuentra en silencio y puedo sentir una paz.

★★★★

27 de Marzo, 2024

Me remuevo con pereza, no me quiero levantar. Desde hace mucho tiempo no dormía con tanta comodidad y debo confesar que ya estrañaba esto.