chocolate & letters ♡ remus lupin ❜ ✔️

chapter two

✶ 📜 ⋆｡˚ ⁞ CAPÍTULO DOS ˚.*ೃ
donde isabella quiere lanzarse desde la torre de astronomía
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Isabella podía estar cursando su quinto año en el colegio Hogwarts de magia y hechicería, pero eso no significaba que estuviera mentalmente preparada para tener pociones los días lunes junto con los Hufflepuff. No era que no le gustaran las pociones; en realidad le parecía una materia agradable. El problema era él: Horace Slughorn y su felicidad.

¡¿Cómo un ser humano podía estar tan feliz los días lunes?!

Para Bella, la creadora del club "Odio Los Lunes con la fuerza de mil Hipogrifos", conocer un ser humano que se sintiera tan entusiasmado ese día, en especial cuando se trataba de clases, era una abominación.

—Quiero que termine el año —dijo Isabella mientras arrastraba los pies hacia el Gran Salón, luego de tener una fatídica clase de pociones—, en serio necesito un descanso.

—Bella, es recién noviembre —respondió Anastasia Williams, una de sus compañeras de dormitorio. Era un tanto pálida, de pelo negro lacio y ojos café, bastante observadora, asertiva y de vez en cuando no entendía muy bien las ironías.

Un gemido quejumbroso escapó de los labios de la joven rubia, quien ahora se arrastraba con más pesar hacia el lugar que probablemente la esperaría con un gran banquete.

—Eres una Ravenclaw, se supone que te gustan estas cosas —Winnona apareció a su lado, tomándola de un brazo para que se apurara.

—Tu misma dijiste la palabra, se supone. Que sea una Ravenclaw no me garantiza ser una fanática del colegio y los estudios. Me gusta aprender cosas que me gustan, no materias que me imponen —declaró con un tono de voz que denotaba aburrimiento. Si fuera por ella tendría todos los días astronomía, encantamientos e Historia de la magia. Si se hablaba de extracurriculares Coro del Sapo.

Si había otra cosa que Isabella amaba a parte de escribir, era sin duda cantar, aunque sólo lo hacía en coro, ya que le daba un poco de vergüenza hacerlo frente a sus amigos y conocidos. Se sentía más libre en los ensayos y el escenario.

—Mujer, en serio ¿Podrías apurarte? —dijo Anastasia un poco exasperado por la lentitud de los pasos de su compañera—, me estoy muriendo de hambre —Isabella siguió con su caminar lento y quejumbroso—. ¿Sabes qué? No importa, iré sola.

—¡Eso! —gritó la rubia cuando su amiga Ravenclaw estaba algunos pasos más adelante de ella y Winnona—, déjame sola aquí con mi pobre alma en pena que no soporta un día más de pociones. ¡Deja aquí a mi alma sollozante! ¡Cambia a tu amiga por la deliciosa comida, pero no vuelvas a mi cuando quieras más tinta para escribir! —puso el dorso de su mano en la frente y fingió un pequeño desmayo, haciendo reír a su mejor amiga, quien simplemente la estaba mirando con diversión.