chocolate & letters ♡ remus lupin ❜ ✔️

chapter twenty three

✶ 📜 ⋆｡˚ ⁞ CAPÍTULO VEINTITRÉS ˚.*ೃ
donde todos entran en desesperación
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Remus Lupin ese día se había levantado con un objetivo en la cabeza... Bueno, en realidad dos, aunque el primero era en el que debía concentrarse, pues el segundo era una hermosa y bella distracción... Literalmente.

Los TIMO estaban a horas de distancia, así que el prefecto de Gryffindor se había puesto como meta estudiar a más no poder para sacar solo Extraordinarios y así hacer sentir a sus padres orgullosos. Tenía claro que mal no le iría, pero sus inseguridades a veces eran tan grandes que dudaba hasta de su propio nombre.

No le diría a Isabella, Lily o James eso, seguramente le terminarían dando un golpe en la cabeza y una charla motivacional sobre lo genial que era.

Así que, con un par de libros en su brazo izquierdo, una pluma en la oreja y muchos pergaminos en su bolsillo se dirigió al Gran Comedor, ya que en la biblioteca probablemente se distraería con libros que no había visto y si iba al lago negro se quedaría dormido.

Caminar por Hogwarts, en una época tan ajetreada como el día antes de rendir una prueba que definiría tu futuro era mucho más caótico de lo que cualquiera podría pensar. Había estudiantes corriendo, otros leyendo dos libros a la vez, rayando sus brazos con notas, algunos estaban rodeados de papeles y plumas. Había estudiantes más relajados, obviamente, que sólo tenían un cuaderno con apuntes en sus manos y trataban de leer con tranquilidad, pero otros estaban al borde del colapso nervioso.

Él... ¿Cómo se podía definir Remus en un momento así? Por dentro seguramente estaba igual que el resto de los alumnos que lo único que querían era gritar, pero por fuera conservaba una calma que hasta Dumbledore envidiaría.

—¡Hola Remus! —el joven detuvo su caminar e hizo una imperceptible mueca ante la voz de Lynette Edwards, quien se había puesto a su lado y tenía en sus brazos más libros de los que sus brazos parecían querer aguantar. Prácticamente temblaba—. ¿Vas a la biblioteca?

—La verdad no, creo que si voy terminaré distrayéndome más —respondió con amabilidad, esperando que ella se despidiera, pero no dijo nada—. Eh...

—¿Quieres que te acompañe? —preguntó ella con rapidez. Su voz sonaba tan brillante y optimista que el licántropo sabía que sí le decía que no, se sentiría culpable por el resto de su vida—. Tal vez podamos estudiar juntos.

—Yo-

—No puede, tiene que estudiar conmigo.

Decir que Remus no se sorprendió cuando vio a Sirius Black llegar a su lado, sonriéndole de manera exagerada a Edwards sería mentir. No había cruzado palabra con Canuto desde hace semanas y cada vez que estaban en la misma habitación todo se volvía incómodo. Era extraño que de la nada apareciera así y espantara a Lynette, pero no iba a negar que estaba agradecido. Él y su estúpida caballerosidad probablemente lo habrían metido en problemas.