HeeSeung fue llevado al hospital luego de esa escena que lo partió en mil pedazos. Se dió el lujo de llorar en todo el recorrido, poniendo como excusa que era por la mordida en su pierna, aunque no era más que una estúpida mentira que ni él creía.
Una vez llegaron, Lee fue metido a urgencias por su herida sangrante, a lo que terminó con una gran venda en la pierna y, además, en silla de ruedas. Sí, ese día no pudo terminar peor para él, o al menos eso creyó cuando fue devuelto al pasillo de espera y admiró a JungWon empalagosamente pegajoso sobre las piernas de SungHoon mientras que le daba algún que otro pico.
Su expresiones volvieron a deformarse, hallando en ellas disgusto, tristeza y decepción. Aunque... ¿qué más pudo esperar? SungHoon ya le había dado señales sobre que eso terminaría ocurriendo; el hecho de que confesó que JungWon le había gustado "en su tiempo" y que siempre lo sacaba en cara cuando decía que lo protegería a toda costa.
"Eres mi prioridad"
"JungWon es la mía"
No podía hacer más que resignarse y aceptarlo, se sentiría estúpido si se ponía a pelear y crear drama cuando era lo que tocaba.
SungHoon no era para él y eso estaba bien.
Suspiró cuando Hyein lo acercó a ellos, sintiéndose cobarde al no ser capaz de verlos a los ojos. Probablemente lloraría si lo hacía.
─Bueno... aquí está tu novio, SungHoon ─habló la policía, dudando de si llamarlo así. Tomó aire cuando sintió el ambiente incómodo rodearlos─. El doctor dijo que debía reposar y le recetó unas pastillas para el dolor. También dijo que regresara en unos días para ver cómo iba su pierna. Todo esto solo porque el señor Lee quiso hacerse el héroe. ─regañó ella por último, recordando el incidente.
─Era él o yo... Y claramente no dejaría que algo le pasara a SungHoon. ─respondió el pelinegro en un tono ronco y desganado. El castaño hizo una mueca, teniendo en cuenta que ahora toda su relación con HeeSeung estaba mal y tenían cosas por hablar. Debía admtir que era su culpa.
─¿Novio? ¿Ella dijo novio, SungHoon? ─interrogó un confundido JungWon, buscando respuestas en SungHoon. El castaño se colocó nervioso y empezó a jugar con sus dedos, sintiéndose acorralado al no saber que decir.
Park se consideraba un idiota en ese momento, un total idiota. Había dejado que su amigo lo besara, provocándole falsas ilusiones y sin aclararle que tenía novio; y por otro lado, quebró a su pareja al dejarse besar por otra persona. ¡Incluso juró no sentir nada por Wonnie! ¿Para luego hacer qué? Besarse con él.
Empezaba a creer que la palabra idiota era pequeña para esa situación.
─¡Seungie! ─un grito desesperado llegó a los oídos de todos los presentes. HeeSeung levantó su vista, percatándose de que su abuela llegó, y bastante preocupada por él─ ¿Estás bien, mi niño? El policía Choi me llamó y me dijo lo que pasó. ─JinRi se agachó a su altura y sus manos de viajaron a los cachetes de su nieto, tomando estos y levantando su rostro.
─Sí... estoy bien, abuela, totalmente ─afirmó, aunque no sonaba para nada convincente. ─Pudo ser peor, pudo ser SungHoon. ─frunció los labios y bajó su vista. La anciana volteó a mirar a su yerno y a JungWon, quien hasta ese entonces no había notado.
─Hey... ¿Tú eres JungWon? ─cuestionó la mayor y él asintió en respuesta, algo tímido─ Es bueno que ya estés con nosotros, cielo. Bienvenido a tu nueva casa ─JinRi se apuntó a sí misma y a la pareja, dando a entender que ahora serían una familia─. Aquí te apoyaremos en todo, estás a salvo. ─extendió su mano, esperando que el castaño la tomara. Así lo hizo él, obteniendo una linda caricia en su piel.
