Al revés - sookai

Chapter 7. friends to enemies

Sentado en el sillón, con su omega recostado en su regazo, ambos exhaustos después de de ordenar todo el departamento, haber limpiado y acomodado algunas cosas por la casa, como fotos en portaretratos y la comida de la alacena que habían comprado hace algunos días.

Estaban hambrientos y ninguno tenía la intención de levantarse a cocinar, la vida independiente definitivamente sería dura.

Se decidieron finalmente por pedir algo de comer por una de las aplicaciones de comida rápida, ordenaron comida china, después de todo eso les llenaría y no tardaría en en llegar. Además de que ninguno de los dos quería separarse del otro, les estaba gustando el calor corporal que se otorgaban, algo que describieron es que al menor le gustaba mucho el contacto físico con su alfa, una vez estaba pegado a él ya no se separa, no lo culpen, su lobo omega recientemente despertó y tiene alta sensibilidad y apego porque recién ha conocido a su alfa y no se quiere separar de él, lo mismo con Soobin, su lobo alfa estaba siendo algo territorial con el menor, iniciando con el vecino que les fue a dar la bienvenida, Soobin no pudo controlar bien a su lobo y le cerró la puerta en la cara, tranquilos, ya se ha disculpado.

Empezando a repartir pequeños besos en la carita de su omega, Kai se sentía tan mimado en aquel momento, nunca fue un secreto el que le gustara recibir mimos de parte de su novio, un besito en la frente, otro en la mejilla, uno en la naricita, algun otro en sus labios.

- Prosigue, no pares - dijo el omega abriendo sus ojitos.

- Me duele la espalda, ¿Por qué no te recargas en mi pecho? Estaremos más cómodos -

- Bien - el omega se levantó y colocó sus piernas al rededor del regazo del mayor, recargando su cabecita en su hombro.

Soobin por su lado tomó una de las manos del castaño y empezó a repartir besos en ella, mientras Kamal cerraba sus ojitos completamente relajado después de que su alfa empezará a dejar caricias en su cabellera jugando con la suavidad de sus cabellos. Algo que también describieron era lo mucho qué les gustaba aquella posición.

Era un momento tan íntimo, un momento en el qué libremente estaban disfrutando a solas, sin interrupciones y sin nada qué les quité su tranquilidad, sus lobos también lo disfrutaban, pues sus aromas eran aquella fragancia relajante, definitivamente estaban destinados a este juntos.

Así fué hasta qué el sonido del timbre resonó por todo el pequeño departamento haciendo a ambos salirse de su burbuja de comodidad.

- Iré yo, tú le cierras la puerta a todo mundo - dijo el omega levantándose del regazo de su alfa, recibiendo una nalgada.

- No me mires así, tu también tuviste tus cambios cariño- rió tratando de cambiar la mala cara de su omega - Me la debías por muchas -

Kai le sacó la lengua, su alfa no se equivocaba en absoluto. Tomó la billetera y abrió la puerta encontrándose con su peor enemigo entregándoles la comida qué habían perdido.

- Buenas, tardes he traído su orden - dijo mirando al omega frentes suyo, quedando completamente hipnotizado.

- Gracias - contestó el omega mirándolo mal, no le agradaba en absoluto Yeonjun y no porque en el pasado intentó ser algo con su novio, sino por la clase de persona que era. - ¿Seguirás mirándome así? - cuestionó.

- Oh, no, no, perdón, pero es que... Eres muy hermoso, no entiendo aún cómo es qué no nos vimos antes -

Genial, ahora le estaba coqueteando, si supiera con quién y específicamente quién es, porque a Yeonjun tampoco le agrada Kai y no por qué fuera novio de la persona con la qué caso tiene algo, sino porque Kai era un buen alfa y odiaba que siempre le ganará en todo.