Capítulo 6

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Acaba de terminar el último día de mi tercera semana de clases. Las cosas han ido bien, cada día me vuelvo más unida a Josh, Anne y Clara; resultan ser personas agradables y a pesar de ser adinerados, no son presumidos como la mayoría del lugar.
Esta última semana hemos tenido pruebas de todas las materias, he aprobado en todas, bueno, en economía no, ya que estudié las 15 páginas correspondientes del libro incorrecto. Debido a esto, me encuentro caminando hacia la biblioteca ya que la señorita White decidió que necesitaba algunas clases de apoyo para aprobar con un buen promedio.

- Llega 10 minutos tarde Campbell - dijo la rubia.

- Disculpe, habían muchas personas en la cafetería, no había desayunado y nece...

- Silencio. No quiero excusas.

- Usted y su costumbre de interrumpirme - me miró sorprendida y al segundo me di cuenta de que mi pensamiento fue en voz alta. Siguió mirándome sorprendida por un segundo y luego cambió de cara, una de esas indescifrables, pero si no me equivoco estaba ¿aguantando la risa?

- Siéntate y entrégame tu cuaderno.

Me senté frente a ella, era una mesa realmente pequeña para 2 personas. Le entregué el cuaderno y mientras que ella escribía algunas cosas en él, me dediqué a recorrer la biblioteca con mi mirada.
El lugar me fascinaba, era grande, de varios pisos, la recepción al comienzo, a continuación muchos libros, varios espacios con mesas y asientos (algunos con más privacidad que otros) y muchos más libros al final.

- Responde estas preguntas, sin mirar los libros y mucho menos el teléfono.

- Profesora, de verdad no creo que haga falta esto.

- ¿Qué? - su cara de confusión me causó mucha gracia.

- Es que el examen lo reprobé porque estudié las páginas del libro Economía I, no porque no haya comprendido.

- ¿Crees que no lo sé? Noté que sus respuestas eran correspondientes a ese libro, pero aún así, no se hubiera sacado 2 si realmente hubiese entendido.

- Es que en el momento estaba desconcertada... dame unos minutos y vas a ver que mis respuestas serán correctas - dije con el mayor orgullo, ya que en economía siempre me fue bien y estas preguntas eran similares a unas que trabajamos en clases.

- No me tutee - dijo ignorando completamente lo que le había dicho.

- Estamos fuera del horario de clase técnicamente.

- Pero le estoy dando clases, así que técnicamente, usted está castigada.

-¿¡Qué!? ¿Está de broma verdad?

- No, mañana 8:00 am la espero en mi oficina, y lleve las respuestas, tengo cosas que hacer - acto seguido, se levantó y se fue con lo que me pareció ser una sonrisa, maldita.

De verdad no puedo creer que me ha castigado por tutearla fuera del horario de clases y además, hacerme ir un sábado 8:00 am a su oficina me parece exageración.

Volví a mi habitación, terminé mis deberes y me junté con los chicos.

- Me imagino que tu clase extra con el diablo deben haber estado magníficas - dijo mi amigo.

- No has hecho más que meterte en problemas estos días pecas - dijo Anne.

- Primero, no seas grosera Anne - respondí entre risas - y segundo, fueron un par de minutos, en los cuales solo me dejó una tarea y me castigó por tutearla, así que debo ir a su oficina.

- Concuerdo con Anne - dijo la morocha - es increíble que te metas en tantos problemas.

- Además es obvio que no puedes tutear a un profesor.

- Por favor Josh, tu estuviste toda la clase tuteando a la de historia.

- Pero ella es amable...

Al cabo de unas horas ya era de noche y decidí regresar a mi habitación a descansar.
A la mañana siguiente, desperté, me duché y apronté. Faltaban 5 minutos para las 8 y yo apenas estaba saliendo, así que decidí apresurarme ya que no quería un nuevo castigo. Al llegar, toqué la puerta y escuché su voz.

- Adelante.

- Buenos días profesora White, vengo a entregarle la tarea y a cumplir el castigo.

- Buenos días. Ya sé por qué estás aquí Matilde, dame la tarea - ¿me acaba de tutear y utilizar mi nombre o estoy alucinando?

- Aquí tienes - le dije con la tarea en mano, me miró fijo y seriamente - ¿qué? tu también me tuteaste - rió, y juro que fue una risa única y hermosa, quien lo diría, por un momento no parecía ser el mismísimo diablo,

- Te miré así porque espero que tu tarea esté bien, pero solo yo te puedo tutear, si se vuelve a repetir te vuelvo a castigar.

- Pero... - ¿qué carajo?

- Sh, no seas quejosa, ahora quiero que la fila de papeles que ves en esa mesa la pases por la trituradora.

Miré hacia la "fila" de papeles y eran muchas filas, esto me llevaría horas.

- ¿En serio? ¿No se le ocurrió uno mejor?

- La verdad, no tenía ningún castigo en especial para darle así que busqué algunos archivos viejos para que puedas reciclar.

- Ah. Que considerada.

- Lo sé - dijo mirándome sonriente.

Mantuvimos la mirada por un par de segundos y comencé con mi divertido castigo. Cabe mencionar que, en estas tres semanas, hemos cruzado miradas todos los días y también hemos hablado en varias ocasiones, solo que nunca de manera tan informal. Si soy sincera, me gusta esta nueva Rebecca que estoy comenzando a conocer.

Cuando nadie ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora