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Jimin quería morderse la lengua por el coraje que sentía en el momento, mucho más cuando Jungkook le miraba por unos cuantos segundos. La tensión había estado ahí desde que llegaron, solamente Yunjin sabía romperla con las ingeniosas preguntas que hacía, pero ahora ella estaba muy distraída jugando con sus dos peluches, metida en su mundo mientras sus padres se daban miradas de rabia.

Parecía que el tiempo avanzaba condenadamente lento, era irritante ver como las manecillas no se movían y parecían retroceder cuando no les veía. Jimin solamente suspiro mientras esperaba el turno para que le pudieran hacer la condenada prueba a su niña, después de eso todo acababa.

Una vez más sintió la mirada de Jungkook encima suyo, quiso volver a mascarse la lengua para evitar decirle alguna grosería y así dejará de verle, Jimin pensaba que Jungkook se burlaba de él cada vez que le miraba. Muy alejado a la realidad.

Porque cada vez que miraba a Jimin sentía su estómago hormiguear, lo miraba de forma tímida, como un adolescente mirando a la persona que le gusta, se sentía así. Como Jungkook hubiera querido que Jimin le devolviera una mirada decente y no una que lo mandaba al diablo.

Jungkook suspiro, ahora postrando su vista en su hija que jugaba cerca a la ventana, le sonrío en cuanto la niña le vio.

Yunjin fue en dirección de Jungkook, con sus dos peluches en la mano, entregándole uno a Jungkook mientras le sonreía.

"Tu eres este." Dijo ella mientras ponía en sus manos un conejo rosado con cara graciosa. "Yo este." Mostró al peluche que Jungkook conocía bien; un perro con cara blanca y traje amarillo.

Era inevitable que Jimin no prestara atención a la escena familiar que se había armado, reprimió las ganas de sonreír que sintió al ver como su hija jugaba con...su padre.

Se les quedo observando hasta que su turno llegó, Jungkook tomó los peluches y los guardo en la pequeña mochilita que Yunjin traía consigo, se la cargo en el hombro y tomó a la niña de la mano. Fue momentáneo sentir la suave y pequeña mano de Yunjin, al instante Jimin la llevó a su lado. Y Jungkook solo suspiro.

"Pequeña, la enfermera necesitará unos minutos tu brazo." Explicó Jungkook de cuclillas frente a Yunjin. "Te harán un ligero pinchazo en el brazo, que será momentáneo y dolerá solo un poco, ¿está bien?"

"¿Me va a doler?" Pregunto con los ojos como platos y un ligero puchero.

"Solo un poco, mi amor." Dijo Jimin mientras le acariciaba el cabello, así logrando calmar los nervios que crecían en Yunjin.

Ambos estuvieron en el proceso en el que Yunjin soltó un llanto por el dolor de la aguja en su pequeño brazo, a ambos se les rompió el corazón al ver a la niña llorar mientras le sacaban sangre para la prueba. Jungkook quiso abofetearse en el momento, él era la causa de las lágrimas de dolor de su hija.

Rápido ambos consolaron a Yunjin, logrando montar una escena muy familiar y cálida, Yunjin había buscado refugio en sus dos padres, abrazaba a uno y le tomaba la mano a otro, Jimin y Jungkook limpiaban las lágrimas que corrían por las mejillas de su hija. Lucían como una hermosa y unida familia.

Que triste que esa no haya sido la forma en la que la noche los pinto.

Cuando tuvieron muestras de la sangre de Yunjin y Jungkook, el doctor les indicó a que hora podían recoger la prueba, solo unas cuantas horas más y Jungkook podría ser legalmente el padre de su hija, podría saltar en un pie por la felicidad.

"Uhm...¿Tienen hambre? Podemos ir a un restaurante cercano, la comida es buena." Propuso Jungkook con mucho nerviosismo, rascaba su cabeza mientras hablaba.

"¡Sí, tengo mucha hambre!" Respondió Yunjin antes de que Jimin pudiera negarse.

Y Jimin no podría ir en contra de Yunjin sobre todo cuando se encontraba hambrienta y ansiosa por comer.

Así que los tres fueron al restaurante. Una vez más, luciendo como una familia mientras compartían la hora de almuerzo, Jungkook se sentía feliz mientras miraba a su hija siendo alimentada por Jimin, todo era bello porque lucían como una hermosa familia de tres. Familia que pudieron ser si tan solo...

"¿Quieres postre Yunjin?" Pregunto Jungkook al ver que su hija había terminado su pequeño plato.

"¡Síiii!" Chilló alegre mientras jugueteaba en su asiento.

"¿Y tú...Jimin?" Preguntó.

"Yo estoy bien, gracias." Declino la oferta sin mirar a Jungkook.

El postre llegó y con eso más felicidad al corazón de Jungkook, engañado en el momento, sintiendo que lo que vivía era real y no sólo la ilusión del segundo que estaba a punto de ser roto.

El almuerzo terminó y Jungkook tuvo que conducir hasta la clínica una vez más, dejando a Jimin y Yunjin en su auto mientras iba por la prueba. Al volver, su corazón dio una voltereta tras ver a la distancia como Yunjin y Jimin jugaban en el asiento trasero de su auto, una vez más, su corazón engañandole al hacerle pensar que aquello era algo real y constante en su vida.

No lo era.

"Por favor, llevanos a casa, Yunjin quiere tomar su siesta." Fue lo primero que escucho al entrar a su auto, asintió y siguió el camino que se sabía muy bien.

Al llegar, Yunjin ya se había quedado dormida, quiso ayudar a llevarla a su habitación, pero Jimin se lo negó, por lo que tuvo que esperar en la puerta hasta que Jimin volviera, al regresar pudieron continuar hablando de sus problemas legales.

"Hay que ir al notario mañana, tu dime a que hora Yunjin podría ir." Dijo Jungkook.

"Después del kinder."

"Bien, entonces....nos vemos mañana."

"Jungkook."

"¿Sí?"

"Después de que tengas a Yunjin registrada como tu hija, quiero que nos dejes en paz."

"Jimin, por favor, ya pasamos esta etapa."

"No, entiéndeme."

"No, lo siento, no te entiendo, yo tengo deberes con mi hija y los cumpliré. Ya estamos bastante grandes para seguir actuando como niños, Jimin, deja que las cosas sean fáciles y que todo esto sea a las buenas."

"Adiós, Jungkook." La puerta fue cerrada en su cara, rompiendo la ilusión de perfecta familia que Jungkook había tenido durante todo el día.

Jungkook solo suspiro.

Volvió a su auto, dejando la prueba a su lado mientras acomodaba su traje, en su rutina, vio un auto estacionarse cerca, se quedó para ver de quien se trataba y no debió, pues su vesícula fue hervida en bilis al momento de ver a Eunwoo bajar de aquel lujoso auto.

Así que Jimin había aceptado ser el amante de un hombre casado, así que Jimin había decidido ponerse en un charco.

Apretó el volante de su auto y lo golpeó con su palma por el enojo. No había forma en la que la demanda de custodia no sea impuesta, no querría que su hija se viera involucrada en esa relación.

Entre abejas y espinas ; kookmin au omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora