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En los ojos redondos y cafés de su pequeña hija vio mucho azul pintandose, vio como el brillo de su mirar se había apagado, su pequeña hija estaba triste.

Al notar aquello fue imposible no sentir una presión horrible en su corazón, fue imposible que su alma se amargara un poco más.

"Hey, pequeña." Llamó la atención de la niña que jugaba con un pedazo de manzana en su plato. "¿Pasa algo?"

"Yo..." Susurro, haciendo una mueca al levantar su mirada, sus ojos estaban cristalinos y azules. "¿Cuando iré con mi papá?"

En todo el tiempo que pasaron juntos, Jungkook no pensaba en oír aquella pregunta, era muy iluso pensando que en ningún momento Yunjin le iba a pedir regresar a su casa; donde fue criada y donde paso toda su corta vida, fue muy tonto al creer eso, claro.

Pero solo quería engañarse, quería envolverse en su propia tonta fantasía donde las cosas no eran como eran, le gustaba pensar que Yunjin sabía que era su papá, le gustaba pensar que había sido parte de la vida de su hija. Pero no era así, los ojos azules de su pequeña le recordaban aquello.

Solo vino como un ventarrón a sacudir a su hija, sin siquiera avisar.

"Uh..." No sabía que decir, aún no era tiempo de decirle que era su padre, quería hacerlo con Jimin.

Como siempre debió de ser.

"Quiero ir con mi pa, lo extraño mucho." Puchereo.

Jungkook solo suspiro.

"Pequeña...acaba tu desayuno, ¿si?" Sonrió para hacer las cosas más ligeras.

Yunjin no dijo nada, solo asintió y termino su fruta, aún con el puchero en sus labios y la tristeza en sus redondos ojos.

Jungkook no quito la mirada de su hija, pensaba en que hacer ahora que su niña le pedía volver a su hogar, ella tenía que acostumbrarse a su nueva casa; aunque fuera algo muy difícil, intentaría todo lo que este a su disposición para que ella estuviera bien a su lado. Aunque fuera un poco muy egoísta.

"Vamos." Al terminar su desayuno la tomó de la mano para ir hacia su auto, irían a su casa, jugarían un rato y la pasarían bien, Jungkook así lograria que su hija no pensara en su antigua casa.

Pero Jungkoon se equivoco, una vez más.

Su hija estaba tan triste que al llegar a su casa comenzó a llorar, nada podía detener el llanto, por más que Jungkook la levantara en sus brazos y tratara de hacerla sonreír, Yunjin no dejaba de llorar mientras le pedía ver a su 'pa'.

El corazón de Jungkook estaba roto al oír aquel llanto de su hija, uno de los llantos más desgarradores es el de un niño triste, desgarraba el alma de Jungkook con cada sollozo, pero aún, él no podía hacer nada para que ella parara de llorar.

"Ya, pequeña, vamos al parque ¿sí?"

"¡No! ¡Quiero ir con mi pa!" Sollozo.

Jungkook cayó en la desesperación, antes de que las lágrimas comenzarán a correr por sus mejillas, la santa campana sonó; era su hermana quien llamaba a la puerta en bendita hora.

Con Yunjin en sus brazos fue a la puerta. La imagen que recibió Heejin fue simplemente triste, Yunjin llorando en los brazos de su padre y Jungkook a nada de romperse a llorar.

"¿Qué pasó?" Pregunto ella pidiendo a Yunjin para cargarla.

"Quero ir a mi casa, extraño a pa." Lloro.

"Pero corazón, ya lo hablamos, acá vivirás un tiempo ¿si? ¿Acaso no te gusta estar con Kookie? Me dijiste que era muy bueno y tienes muchos juguetes para ti sola."

Entre abejas y espinas ; kookmin au omegaverseWhere stories live. Discover now