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Aunque todo en su vida este de cabeza, por lo menos esto le había dado algo de orden, al fin podría suspirar aliviado al saber que su casa permanecería como suya.

Pensaba en empacar todo de a poco, no había porque apresurar las cosas como pasó cuando le sacaron de su hogar, quería estar tranquilo mientras ordenaba todos los papeles y accesorios que tenía.

Quería un poco de paz en toda su tormenta, pero aquel deseo parecía imposible de cumplirse, porque cuando quería sentarse a relajarse y beber algún té o jugo siempre tocaban la puerta, las visitas siendo más catastróficas que la anterior.

Ya era costumbre que arrastrara los pies por lo cansado que se encontraba de recibir a personas que él no llamó a su hogar temporal.

Y con un rodeo de ojos Jimin vio a su hermano. Minho estaba detrás de la puerta con una "calida" sonrisa, vestido con prendas que a la vista eran carisimas y con los aires de superioridad que emanaba.

A pesar de todo, Jimin era cortez, después de todo se estaba quedando en una casa que le pertenecía también a Minho de cierta forma.

"Jungkook no espero ni un segundo a traerte aquí ¿no?" Dijo tratando de entrar, pero Jimin no se lo permitió. "¿No me dejaras entrar? Es prácticamente mi casa."

"Sí, pero yo vivo aquí por ahora y no te invite a pasar."

"Vaya vaya, te proclamas dueño de una casa que ni es tuya, deberíamos fe hacer que te saquen de aquí como el usurpador que eres." Se encogió de hombros.

"Yo no usurpe nada, el dueño de esta casa me permitió quedarme aquí."

"A lo que recuerdo, yo no te permití quedarte en la casa de mi difunto suegro." Hizo un gesto fingiendo que estaba pensando.

"Jungkook me dejo quedarme."

"Ah, claro, mi esposo." Hizo una pequeña mueca, dio un paso cerca a Jimin, para burlarse a gusto de él. "También quería probarte como Eunwoo lo hizo, ¿no?"

Jimin rodó los ojos, no quería oír algo que él se decía a diario.

"¿Qué quieres? ¿Para que viniste?"

"En realidad, solo quería ver si era cierto que mi esposo había metido a su ex a esta casa." Se encogió de hombros.

"Pues ya viste que si." Trato de cerrar la puerta pero Minho se lo impidió con su mano. "Vete y déjame en paz."

"Pero solo quiero hablar con mi hermanito, quiero aconsejarte como hermano mayor."

Jimin abrió la puerta de golpe, harto de la invasión a su paz, así que oiría lo que sea que Minho tendría para decirle y después se iría a dormir.

"Bien, habla." Se cruzo de brazos para escucharlo.

"Deja de aceptar las migajas de Jungkook, creo que vales más que eso ¿no?, tuvo una intención de traerte a esta casa y ambos lo sabemos muy bien, aunque Jungkook se quiera mostrar como un buen hombre contigo, no lo es. Yo solo pienso en ti, no aceptes más migajas de Jungkook."

"Yo no acepto nada de él, vine acá por mi hija, nada más." Sintió agriedad en su paladar al escuchar a Minho hablar de Jungkook, le dolía que lo conociera como para hablar así de él.

"¿En serio lo haces por ella? ¿O por qué algo dentro de ti te miente y re hace creer que todo con Jungkook podría funcionar? Tal vez tus hormonas de omega te hacen creer que puedes tener una vida al lado del papá de tu hija."

"Yo se que nada pasara con Jungkook, no me engaño a mi mismo con esperanzas o fantasías de algo que nunca sucederá. Jeon es tu esposo y lamento decirte esto, pero no soy el cualquiera que piensas que soy." Dijo, por fin, defendiéndose de su hermano mayor, era hora que también le empujará como él lo había hecho. "Ahora dime, ¿que te hice? lo único que haz hecho es atormentarme, me quitaste a mi prometido y te lo llevaste lejos, esta bien, viví con eso por mucho tiempo, pero ahora que volviste no me dejas en paz. Lo mío y de Jungkook termino hace mucho, lo único que nos junta es nuestra hija, solo tenemos una relación de padres y ya, no tienes porque venir a atormentarme todos los días." Se libero de algunas de las cosas que ha querido decirle a su hermano desde que pasó todo. Y le dolió mucho, porque hablarlo era volver a abrir aquella herida de traición e infidelidad que llevaba en su corazón.

Él quería mucho a su hermano y este solo había querido herirle; él había amado como nadie a Jungkook y este solo lo había engañado. Sus heridas más grandes sostenían sus manos atadas en los anillos de sus dedos.

Aunque Jungkook jamás llevara un anillo.

"Me enviaste flores todos los días haciéndome creer que aquellas eran de parte de alguien que me apreciaba, dijiste frente a todos que Eunwoo estaba casado, intentaste quitarme mi casa y no dejas de restregarme que el padre de mi hija me dejo por ti, ¿que es lo que quieres de mi?"

"Lo mejor. Solo eso." Dijo acariciando la mejilla de Jimin, burlándose con su toque.

"Yo no quiero eso, quiero que me dejes en paz. Ganaste, Jungkook es tuyo hasta que alguno de los dos se muera, pero ya déjame en paz." Dijo con un suspiro, cansado de toda esta situación. "Yo se que Jungkook no es para mi, lo sé."

"Que bueno que lo sabes." Sonrió una vez más, terminando su trabajo, seguir alejando a Jimin y Jungkook, colocando espinas en el camino que les llevaba al lado del otro. "Nos vemos~"

Jimin cerró la puerta de un portazo, no podía creer que compartía sangre con ese horrible ser. Suspiro cansado y triste.

Aunque trataba de ser fuerte era difícil mantenerse de pie, había estado de pie y encorvado durante toda la vida de su hija, el peso de su dolor le ahogaba y ahora que todo había arribado no podía hacer más que llover. Era débil, tal vez, pero no podía seguir soportando las tormentas como si fuera un roble, solo era una ramita que ya se había roto.

Subió a su habitación y con los ojos aguados, grito lo más fuerte que pudo, tomando toda su ropa y metiendola en su maleta, quería irse a su casa y poder estar en paz ahí.

Solo quería ser feliz y nada más, la presencia de su pasado le impedía serlo.

Más cuando había pasado de todo con Jungkook, mientras empacaba todo con una que otra lágrima escurriendose, no dejaba de pensar en las manos de Jungkook sobre su cuerpo y sus besos sobre su rostro, era un infierno.

Pero como había hecho días anteriores, lo evitaría lo más que pudiera, ignoraria todo lo que pasó y solo mantendría una relación de cooperación para criar a Yunjin. Sería todo.

Aunque se murieran de ganas por abrazarse una vez más, las espinas que los rodeaban dolían mucho en sus palmas.







































feliz año nuevo owo

Entre abejas y espinas ; kookmin au omegaverseWhere stories live. Discover now