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"No debiste venir." Susurro con una sonrisa en el rostro, no quería admitir que le alegraba mucho tener a Jimin cerca y con él.

"Pero quería hacerlo." Llevo sus manos a las mejillas de Jungkook, acaciriciandolo con sus pulgares y con una sonrisa en su rostro. "Te extrañe mucho."

"Yo también, mi amor." Sonrió una vez más, tomando la mano de Jimin y besándola. "Me siento joven otra vez."

"¿Por qué?" Soltó una risilla baja.

"Porqué otra vez nos escabullimos para estar juntos." Volvió a besar su mano. "Aunque la diferencia es que antes nos escabulliamos en la biblioteca y escapabamos de nuestras clases, ahora..." Fue interrumpido por el dedo índice de Jimin sobre sus labios.

"No importa eso, solo lo que pasa ahora mismo, estamos juntos aunque sea por un momento."

"Que maravilla." Sonrió en un susurró, acercando sus labios a la frente de Jimin. "Gracias por traerme el almuerzo, extrañaba tu sazón."

"El tuyo es mejor." Rió.

"Lo sé, pero aún así disfruto mucho comer de tu comida casera, comida casera y omega."

"Esta en mis instintos cocinar bien ¿ah?"

"Así es." Bromeo recibiendo un golpe por parte de Jimin. "Ya ya, no me golpees."

"Ni lo hice tan fuerte." Rodó los ojos.

"¿Cómo que no? Aunque no lo creas tienes mucha fuerza."

"De tanto cargar a Yunjin." Sonrió flexionando su brazo hasta mostrar su bicep. "Tu eres un debilucho, te pincho y te desinflas."

Jungkook rodó los ojos riendo, solo asintiendo para comenzar a abrir la lonchera con su comida, estaba calentita y olía muy bien, en silencio y con mucha hambre tomo la primera cucharada por lo que fue inevitable que haga un gesto característico suyo para expresar lo bien que sabía la comida.

"Ah, extrañaba verte enojado comiendo." Rió Jimin con la cabeza ladeada mientras veía a Jungkook.

"Le daría cinco estrellas michelín a tu comida, en serio." Hablo con la boca llena y el ceño fruncido.

"Deja de hablar con la boca llena, da asco." Regaño con una sonrisa.

Jungkook solo asintió mientras le daba otra cucharada a su arroz, aún con el ceño fruncido. Se limpiaba con una servilleta antes de volver a hablar con Jimin, pasando su tiempo juntos mientras compartían de la comida que el omega había preparado, solo era una tarde normal para la pareja, sin preocupaciones ni penas, solo ellos.

Olvidando la realidad tan caótica que los envolvía, pero en realidad no importaba, podían envolverse en su pequeño mundo en donde solo eran tres y ya, solo tenían que verse a los ojos para que todo este bien.

Pero el momento termino, cada uno volvió a su pequeña realidad, una más cómoda que la otra, solo sería por un poco más de tiempo, tenían que resistir.

Aunque las aguas ya se habían puesto muy caudalosas, el agua de la tormenta les salpicaba en los rostros mientras sus pies se quedaban empapados en el caudal.

Jungkook volvió a su hogar, o lo que se suponía lo era, hace bastante que no había visto a su hija y por aquello su casa se había vuelto helada a pesar de ser un infierno dentro. Rezo para no encontrarse con Minho, pero aquellas plegarias jamás eran escuchadas, tal vez le rezaba a un cielo vacío, pues al abrir la puerta se llevó un gran balde de agua fría.

En una de las paredes había un montón de fotos suyas y de Jimin, todas desde el día en el que todo se había resuelto entre ellos y algunas cuando aun existía una troya entre ellos, eran tantas que se pudo cubrir toda la pared. Mientras observaba cada una de las fotos pegadas, la puerta se cerró, Minho lo había hecho.

Camino hacía Jungkook con pasos duros y rápidos, tenía otras fotos en su mano, al estar frente al alfa le puso las fotos sobre el pecho con fuerza, Jungkook las tomó dandose cuenta que eran fotos de hoy.

"Has estado muy ocupado ¿ah?" Sonrió, ahogando una risa. "No creí que lo harías."

"¿Hacer qué?" Pregunto tomando las fotos en sus manos, restandole importancia o aparentando como si no le importaba.

"Estás saliendo con Jimin ¿no?"

"Es el otro padre de mi hija, tengo que verlo cuando este con Yunjin." Se encogió de hombros.

"Por favor." Rodó los ojos. "Tu no tendrías porque besarte con él, no lo niegues ¿o es que también lo tomas como una aventura?" Hizo un puchero.

"Y si fuera así, ¿qué? ¿qué si vuelvo con Jimin? tú y yo nos vamos a divorciar."

"Aja, pero yo no seré tu estúpido, no seré el pobre esposo a quien le pintan unos cuernos." Acuso, elevando su tono de voz mientras miraba a Jungkook. "Tienes un amante, puedo pedir que me den todo lo poco que tienes a tu nombre, te puedo dejar en la ruina."

"¿A si?"

"Sí."

"Te recuerdo que tu tienes una demanda penal, también puedo contar todo el desgaste psicológico que pasé contigo, como es que me retenias a tu lado mientras atentabas con tu vida y también el reciente acoso, porque estás fotos son de alguien que me ha estado siguiendo ¿no?" Sonrió, encontrando el juego de Minho y ganándole en el. "Así que Minho, aunque quieras perjudicarme por mi relación con Jimin no lo vas a lograr, porque quien tiene más cola eres tu."

"Me dijiste que ibas a retirar la demanda." Recordó, aún con el tono de voz fuerte.

"Pues, ya no, lo pensé mejor." Se encogió de hombros, tomando las fotos que Minho le había entregado y rompiendolas. "Así que haz lo que quieras." Por último le tiro los pedazos en la cara.

"¡No me vas a dejar en ridículo!" Grito en desesperación. "¡Me fuiste infiel!"

"Este matrimonio es una farsa, Minho, no te amo, no me amas, solo estas conmigo para hacerme infeliz y joder a tu hermano." Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón, comenzando a caminar lejos de su esposo. "Deja de retenerme a tu lado que lo único que provocaras es que te podrás en la cárcel y que sea yo quien te quite todo lo que tienes a tu nombre, Park Minho."

La relajación de Jungkook frente a la treta de Minho fue lo que le saco de sus cabales, porque Jungkook no era el temeroso de lo que él podría hacerle, no le importaba ahora. Pero lo que derramó su vaso fue que Jungkook tomó una de las fotos que estaban pegadas en la pared y dijo:

"En esta foto salimos bien, la conservaré, gracias."

Minho tomó todas esas fotos y las rompió, cada una mientras las quitaba de la pared sin importarle arruinar la pintura. El fastidio y desesperación le consumían, perdía el control de su adquisición más preciada, no lo podia permitir.

"¡Eres mi esposo y será así siempre!" Grito viendo como Jungkook subía por las escaleras.

"Hasta que la muerte nos separe, ¿no?" Se le río en la cara, solo avivando más la furia de Minho.

Jungkoon tenía agallas, pero haciendo enojar a Minho aún más no era el camino, aunque se divertiera por su reacción cómica, Minho estaba loco y haría todo para seguir teniéndolo atado a él, aunque aquello ya no era la solución para hacer miserable a Jimin.

Sino quitandoselo una vez más.

Aunque Jungkook tuviera más ventaja legalmente, Minho estaba loco y no perdería el control.

Aunque mañana fuese a perder el juicio de divorcio.

Entre abejas y espinas ; kookmin au omegaverseHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin