ϝσυɾ♡ԊҽαɾƚႦҽαƚ

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Aquel día se encontraba especialmente depresivo, se había cumplido otro año desde que fue diagnosticado, sin avances, sin verdaderamente progresos que le alienten a continuar, todo seguía igual y no sólo su situación, sinó que también su vida, sus por lo menos tres distintas pastillas a la mañana, ir a su aburrido trabajo pero que al final le pagaban bien, al rededor de la tarde ante de almorzar dos pastillas más y luego de hacerlo también otra más, su jornada laboral terminaba alrededor de las siete de la noche, así que pasaba la mayor parte de su vida sentado o caminando entre oficinas llevando papeles y cajas, siendo un total fantasma para todos, a excepción de Jin hyung que no dudaba en darle alguna mano si veía que lo requería, apreciaba que había restado su decisión de la "normalidad" que deseaba en su vida.

El día fue mal en peor cuando fue llamado a la oficina, algo que nunca pasaba y aquello le confundió, el jefe lo citó para hablar de su empleo, haciendo preguntas que al final le hicieron darse cuanta que no eran simples preguntas rutinarias, que el hombre estaba siendo poco profesional y moralmente correcto al preguntarle sin filtros sobre su condición cardiaca, la cual nunca le contó y se enteró mediante su asistente que presenció su ataque en las oficinas hace algunos meses atrás, suspiro cerrando sus ojos a la vez que bajaba la cabeza, no estaba apenado, al contrario, se encontraba angustiado porque sabía lo que provocaba tales enfermedades graves a gente con avaricia, aquel hombre dijo verse en la obligación, aunque no quería hacerlo, en echarlo ya que, por sus propias palabras, no podía verse envuelto en una posible demanda por falta de cuidados a sus empleados ante su condición.

Rogó por supuesto que lo hizó porque era su único empleo y además de ser sencillo le daba el suficiente dinero para poder pagar todos sus medicamentos, también parte de comida pero aún así el hombre no se vio doblegado por sus ojos rojos en llanto, en el pitido alarmante de su muñquera ni mucho menos cuando el aire le comenzó a hacerle falta. Al final término volviendo a casa con una caja entre sus brazos que portaba con sus pertenencias, abulto sus labios rendido y se dejó mecer por el bus recargando su cabeza en la ventanilla, pestañeando repetidas veces para disipar las lágrimas que traviesas querían escaparse.

Cuando llegó a casa dejó la caja sobre la mesa sin pensar si quiera en sacar sus cosas, solo fue a la cocina por algo de beber, de paso tomando sus respectivos medicamentos cuando la alarma en su teléfono se lo aviso, la bebió pasandola con facilidad y yendo a paso lento hacia su habitación, cambiándose a su pijama para estar más cómodo, segundos después ya estaba acurrucado bajo sus sabanas hasta el cuello, recostado en posición fetal mirando a un punto fijo del cuarto, no sentía nada, había perdido el trabajo y el sustento de lo que restaba de su patética vida pero aún así no sentía nada, solo angustia total, deseando en lo más profundo de que todo tuviera un final, no importaba cual pero que todo terminara de una buena vez.

Esa noche no ceno, el vacío del hogar solo le recordaba la usencia de tantas cosas y personas que lo deprimia aún más, aún así tampoco lo hizó ya que su apetito estaba casi perdido, apenas comia algo durante el día. Volvió a recostarse e intentar dormir pero el sueño no llegaba a el, sus ojos manteniéndose entretenidos con el blanco del techo y su mente martillandolo con pensamientos que hace tanto no tenía, su mundo se estaba viniendo a bajo, bueno, lo que quedaba de el, rendido se levantó y buscó su abrigo, uno lo suficientemente largo que casi le llegaba hasta los pies, no era invierno pero las calles de Seúl estaban muy fría esa noche, se abrigo lo suficiente y se colocó sus botas, no se quitó el pijama así que cerró sus largo abrigo cruzando sus brazos por sobre su pecho, así, ya listo salió.

El frío viento le golpeo el rostro pero poco le importo porque solo necesitaba caminar un poco para relájese, pensar en algo más y así lograr dormir, no tiene idea cuanto caminó ni mucho menos por cuanto tiempo, creyendo que debería ser algo tarde ya que el manto oscuro del cielo lo estaba cubriendo y las luces de las calles dirigía su paso, sorbio su nariz, la misma que se encontraba rojiza ante el frío, por suerte estaba lo suficientemente abrigado como para no pescar un resfriado.
El sonido de los vehículos aún se escuchaba junto a algunas voces muy lejanas y el sonar de las bocinas, así termino dándose cuanta que su andar sin destino le llevó hasta el gran puente, el cual estaba iluminado por sus respectivas luces, los vehículos pasaban sobre este pero la mayoría lo hacía por debajo ya que era una autopista bastante grande, sonrió suave acercandose a verlo el panorama desde la altura, las luces de los autos iluminando la carretera por ambos sentidos, pensando que se veían tan pequeños desde ahí, el puente era tan alto.

Ԋҽαɾƚ Ɱαԃҽ υρ σɳ ყσυ . ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋWhere stories live. Discover now