Ԋҽαɾƚ Ɱαԃҽ υρ σɳ ყσυ . ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

ʂιx♡ԊҽαɾƚႦҽαƚ

Iban andando en una carretera que parecía poco transitada, el bosque siendo el panorama que los rodeaba con sus altos arboles, el vehículo no avanzaba a una gran velocidad pero tampoco iban lento ya que se encontraban aún en carretera, había música que se escuchaba algo distorsionada, amortiguada, junto a las voces de las personas dentro del vehículo que conversaban entre risas y toques amistosos, todo parecía ser un ambiente perfecto, dos amigos o tal vez pareja viajando a quien sabe dónde pero felices de tan sólo estar juntos, se veían cómodos con tan solo su presencia. Claro que como todo momento y felicidad, el buen ambiente acabó en cuestión de milisegundos, una luz cegadora llegó desde el frente emergiendo desde lo lejos pero no lo suficiente para evitarlo, escuchandose gritos presos del miedo y pánico, una bocina resonando insistente para al final una colisión acabará con toda esa calma que en un principió sentía aunque mientras transcurría el tiempo podía sentir que algo pasaría, como si ya lo presentía.

Y ahí despertó, sentando de un golpe en la cama con la respiración acelerada, su corazón bombeando con fuerza preso del pánico, como si aquel sueño lo hubiera vivido en carne y hueso, como si fuera un recuerdo que ya varias noches no podía soltar, tomó grandes bocanadas de aire ya que sentía que este le faltaba, su pecho subía y bajaba con insistencia pero al poco tiempo logró calmarse, cerrando sus ojos al sentir la calma llegar otra vez, relamiendo sus labios al sentirlos algo resecos, suspiro llevando su vista a su mejor amigo dormiendo en el sofa, con lentitud se bajo de la cama llevando el suero con el y se aproximó al armario que estaba a unos metros de los pies de su cama para sacar una manta, la más abrigada que pudiera encontrar, avanzando hacia su mayor para cubrirlo con ella, sonrió al verlo acurrucarse gustoso con el calor que poco a poco su cuerpo comenzaba a generar con la ayuda de la manta.

Tomando su suero de pie con sus respectivas ruedas para poder movilizarlo a su manera, salió de la habitación luego de colocarse sobre su bata una chamarra que su madre le trajo desde casa para cuando tuviera frío, avanzó por los silenciosos pasillos hasta llegar a lo que reconoció como la azotea del Hospital, se acercó al borde con una sonrisa sin poder dejar de ver el cielo nocturno, al que le gustaba venir a visitar cuando los sueños lo despertaban a media noche, en los últimos días descubrió su nuevo gusto por la noche y todo lo que la compone, el oscuro manto, las estrellas que le otorgaban esa luz necesaria para hacerlo más hermoso, como lucia la cuidad tan silenciosa y pacífica con tan solo algunas luces de edificios encendidos, el sonido de los animales e insectos nocturnos que hacían que el silencio se vuelva acogedor.

Antes amaba la primavera, las flores en su mayor esplendor, los árboles verdes o en el caso de otros con pequeñas flores adornandolos, los animales que salían en las tardes y los rayos del sol acariciando su rostro con una brisa fresca. Pero en su primer semana descubrió que muchas cosas que le gustaban habían cambiado, algunas perduraban, aunque ya no eran tan importantes, su deseo de conocer el mundo aún habitaba apesar de que también había algo que le hacía decir; aquí debo quedarme, es mi hogar, algunos programas de la tv que antes le gustaban lo dejaron de hacer al encontrar nuevos pensamientos respecto a los temas que trataban, pareciendole adburdos, hasta quizás algo ofensivos para algunas personas, también estaba el hecho de que algunos aperitivos le disgustaban y en otros encontró un sabor desbordante, uno de ellos eran las fresas, estas antes no le gustaban ni tampoco solía querer comerlas muy seguido pero desde hace unos días no podía dejar de pensar en las dulces fresas que seokjin compró para el, siendo que las frutas estaban bien en su dieta, al comienzó se negó a si quiera probar una pero siendo que era parte de su desayuno no tuvo de otra que aceptar, experimentando una explosión de un dulce sabor en su paladar, delicioso, así terminando por comerse cada una y memorizando su sabor para una próxima vez recordar comprarlas por su propia cuenta.

Suspiro pasando su mano por sus cabellos castaños al dar tantas vueltas a ese asunto, era extraño el como habían cosas que sentía que habían cambiado, era el pero en parte no se sentía el, debería preguntarle al doctor Namjoon cuando lo viera en la mañana.