ƚҽɳ♡ԊҽαɾƚႦҽαƚ

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Leer con atención : Para que sepan. Lo que sucede en este capítulo es durante el tiempo al rededor de las últimas revisiones de jungkook luego de su operación, no hay fecha exacta porque no pondré pero sucede antes del capítulo anterior donde obtiene la información.

La vida a veces podía llegar a ser muy cruel hasta con las mejores personas, dejandote cicatrices difíciles de sanar, aunque no imposibles con el pasar del tiempo pero en el transcurso de este puede dolerte más que la misma herida. La pérdida de un ser querido como lo fué su esposa, era una herida que por más que intentará tapar no lograba sanar, la casa en la semanas antes a su fallecimiento se habían mudado, donde iniciarían una nueva vida como esposos pero ahora dormia solo en su cama, en los pasillos creía escuchar su risa cuando en las mañanas corrían persiguiendose, llanto cuadros de las fotos juntos en paisajes hermosos le juzgaban, haciendolo sentir aún más culpable de lo que ya se sentía.

En esa mañana y como en todo el mes, seguía postrado en la cama, subiendo con las sabanas hasta el cuello mientras que de sus ojos brotaban silenciosas lágrimas, resbalandose como toboganes por sus mejillas, las cuales habían perdido algo de volumen en los últimos días, sentía su cuerpo cada vez más pesado y la idea de levantarse ni siquiera llegaba a él estaba destrozado, tan sólo un ser sobreviviendo en la angustia que poco a poco lo estaba ahogando como en arenas movedizas pero él no hacia nada para salvarse, no existía por que o quien luchar, vivir, y aquello solo lograba hundirlo más en aquel sufrimiento en el habitaba.

Sus ojos apagados y tristes se alzaron hacia la ventana cuando unos golpes en ella llamaron su atención, lluvia, estaba lloviendo en aquella mañana nublada y las gotas golpeaban agresivas contra su ventana, logrando que sus sentimientos brotaran aún más, las lágrimas aumentaron sin despegar sus ojos de la lluvia torrencial, la oscura habitación iluminandose en cada relámpago antes del trueno y haciendo brillar sus ojos antes de que las lágrimas lo ahogaran, sintiendo otra vez esa presión en el pecho, quitó las sabanas de sobre su cuerpo a la vez que se sentaba en el borde de la cama, viendo el suelo por algunos segundos con la mente en blanco hasta que no encontrando de otra, se levantó, descalzo camino saliendo de la habitación yendo al baño, donde abrió la llave de la bañera para dejar correr el agua y comenzó a quitarse sus prendas, ni siquiera se miro al espejo, ya sabía lo deplorable que se veía, ojeras por las noches de insomnio y las pocas horas que a veces dormía, se sentía tan cansado pero no podía pegar un ojo en casi toda la noche y cuando lo lograba al poco tiempo volvía a despertar, un ciclo que lo tenía aún peor, la falta también de nutrientes como los alimentos dejaban en obviedad al ver que su cuerpo estaba más delgado y frágil de lo común, seguramente si seguía así llegarían a notarse sus huesos en un par de meses.

Dentro de la bañera se dejó relajar sintiendo el agua caliente sobre su piel, sus lágrimas ya no caían pero en sus ojos hinchados e inyectados en rojo se podía apreciar el dolor, la angustia, el cansancio, horas interminables de llanto hecho bolita en su cama hasta que se quedará dormido, no salía de casa desde lo sucedido, encerrado en aquella residencia tan grande que era demasiado para uno solo, no le abría la puerta ni siquiera sus amigos, a sus padres, estos solo llegaban intentando que les abriera la puerta para ver su estado pero nada, solo obtenian silencio pero les tranquilizaba un poco el hecho de que los bienes que dejaban frente a la puerta los tomaba.

Su recuerdo le llegó otra vez a la mente, reviviendo esos recuerdos que le agitaban el corazón pero ahora solo le apuñalaban directo a el, una y otra vez, sabiendo que nunca se repetirían, que nunca la volvería a abrazar, que sus labios no volverían a juntarse otra vez y sus besos eran su mejor medicina, sintiendo sus ojos picar con la inminentes lágrimas, se comenzó a resbalar por la bañera quedando solo su rostro fuera, hasta que este igual se sumergió, los segundos pasaban y él no salía, llegó al minuto y aún así nada, pareciendo una eternidad el tiempo que ahí abajo estuvo, hasta que de un salto salió tomando una grandes bocanadas de aire, su pecho subiendo y bajando con aceleración mientras que mantenía su boca entre abierta, inexplicablemente aquello lo había despertado.

Ԋҽαɾƚ Ɱαԃҽ υρ σɳ ყσυ . ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora