Luna

Capitulo 3: Yanira

Ajena a los acontecimientos de su compañera de clase y amiga, Yanira caminaba entre las ruinas de una casa vieja. El chico que tanto le gustaba, Jhony, le había citado allí para declararle su amor. No había tenido tiempo de llamar a Luna y contárselo todo, pero tampoco había tenido ganas. Yanira tenía el presentimiento de que si se lo hubiera contado le habría dicho que no fuera, que seguramente sería una trampa para reírse de ella, pero sabía que solo eran celos. Siempre lo habían sido, por eso le gastaba tantas bromas pesadas, simplemente para dejarla en ridículo y que su amiga de pelo blanco saliera triunfante mientras ella acababa siempre en peor lugar. Yanira cada noche escribía en su diario las cosas que la sacaba de quicio y en casi todas ellas estaba metida Luna.

Como amiga dejaba mucho que desear, siempre estaba en con la cabeza en otra parte, a mil años luz de distancia, no la escuchaba y tampoco es que le demostrara que le importara. Con los años había desarrollado una pequeña antipatía por ella. El carácter de Luna había empeorado con el tiempo, de pequeña era muy retraída, silenciosa y con un carácter peculiar, pero ahora la cosa era mucho más rara.

Sus cambios radicales de imagen para llamar la atención de todo el mundo la habían hecho sentir inferior, a ella.

Nadie entendía su estilo y su forma de vestir no la ayudaban en nada, siempre ataviada con capuchas oscuras, ropa deshilachada y sin planchar, a pesar de todo eso, los chicos siempre la miraban más a ella. Yanira ya no lo aguantaba, en el cumpleaños de Luna se había dado cuenta de lo poco importante que era. Su amiga se había ido y ni siquiera se había despedido de ella, aun habiéndole hecho un regalo. Pero eso ya había quedado en el ayer. Hoy ella y solo ella, se iba a encontrar con el chico más guapo de la clase y no quería seguir pensando en cosas negativas.

Había caminado absorta en sus desvaríos sin percatarse de lo oscuro y peligroso que se había vuelto el lugar. Sus paso retumbaban en la vieja casa, acompasados por el crujido de la madera pasada. Hasta que escuchó unos pasos tras de ella no fue consciente de que alguien había estado observándola desde las sombras.

- Jhony ¿eres tú? - los pasos cesaron- Venga déjate de bromas y sal fuera.

- No soy Jhony - lo que siguió a esas palabras fue el sonido de una puerta al cerrarse.

Para cuando Yanira se dio cuenta de lo que sucedía, era demasiado tarde, ya nadie podía ayudarla.