Capitulo 8

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Ni siquiera había hecho falta que le dijera alguna palabra a Drogon, cuando se paró delante de la cueva su dragón salió rápidamente deteniéndose para que esta se subiera, mirando para ambos lados Drogon levantó vuelo, Nymeria intentaba ordenar sus pensamientos, ni siquiera sabía a donde estaba yendo pero una parte suya no le importaba solo quería detener su mente un segundo, sentía el viento chocar contra su rostro y sus palmas arder debido a que se estaba sujetando más fuerte de lo debido, sus pulmones le dolían porque corrió más rápido de lo habitual hacía solo un par de minutos, el corset estaba ajustado de más, se había sacado su tiara y la sujetaba firmemente. Miraba alguna escama de Drogon firmemente, ignorando que comenzaba a hacer frío.

Cuando menos se dio cuenta sus ojos pesaban, el dragón aterrizó y rugió escupiendo fuego hacia el cielo, Nymeria se asustó, volteando a ver para todos lados, tratando de entender lo que ocurría, fue Jhon quien los recibió, Drogon lo miraba amenazante pero dejó que su jinete se bajara, posteriormente entró a su lugar donde descansaba, era solo la estructura de tres paredes y un muy alto techo hechos de hormigón, nadie se atrevía a acercarse, en su primer año Drogon había comido o rostizado a 24 personas en un solo mes, la gente dejó de acercarse a él, cuando Erryk y Laena tuvieron que decidir un lugar donde dejar a sus dragones, Aerys tuvo que mandar a construir otra estructura solo para ellos dos, los tres dragones vivían algo alejados entre sí:

-No esperabamos su pronto regreso princesa. -Nymeria le sonrió en respuesta-: ¿Ocurrió algo?

-No realmente, May volverá con mi hermano lo más pronto posible, de lo contrario mandaré a alguien a buscarla junto con mis pertenencias, quedate tranquilo.

-Nymeria, puedes ser sincera conmigo ¿qué fué lo que pasó?

-Dile a Richard que quiero hablar con él ahora en la sala de conferencias ahora, iré con mi abuelo y John, asegurate que Drogon coma y si se vuelve a comer a quien le entregue las vacas será su culpa y no habrá compensación económica a la familia.

Su vestido algo rasgado, el ondulado cabello rubio casi blanco despinado, sosteniendo la tiara de diamantes con su mano izquierda, el único sonido que podía escucharse en el largo pasillo era el resonar de sus pasos, lucía cansada y lo estaba, quería dormir pero a su vez, sentía que habían asuntos que debían resolverse:

-Mi princesa. -La recibió intentando levantarse de su cama para abrazarla- Has vuelto, el Reino se siente tan oscuro sin tu presencia. -El anciano volvió a recostarse y Nymeria se sentó a su lado- Pude ver a Drogon lanzando fuego desde mi ventana, tienes que educarlo mejor.

-Ya lo intente pero esa es su naturaleza. -ella miró un segundo hacía la ventana y luego nuevamente a su abuelo-: Si hiciera algo que pudiera alterar el orden, ¿me perdonarías?

-¿Qué ocurre mi niña? -Aerys agarró las manos de su nieta y su mirada llena de amor, cambió a una de sorpresa- ¿Qué te han hecho? ¿Viserys lo sabe?

-No fue nada abuelo, no te alteres. -Él tosió cubriéndose la boca con un pañuelo, Nymeria vió la sangre en el pañuelo y algo dentro suyo pareció revolverse, decidió ignorarlo- Mi padre y Lady Emma, han comprometido a Laena con Aemond, se casarán en un año. -En ese momento sintió que sus ojos se cristalizaron sin embargo se esforzaba para no permitírselo, ninguno se lo merecía.

-Ese inutil de mi hijo, él sabe lo que se avecina ¿cómo se le puede ocurrir poner a Laena en ese peligro? Y más con Aemond.

-Ellos me intentaron comprometer con Aegon, como su segunda esposa. -La esperanzadora mirada de Aerys se había convertido en una de desaprobación y decepción-: Trataron de convencerme diciendo que debería sentirme honrada aunque jamás escuche tantas idioteces juntas, logré ganar tiempo y huí.

Nymeria TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora