Capitulo 18

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La lluvia golpeaba su rostro, el dragón decidió volar sobre las nubes para evitar seguir empapandose, a lo lejos divisaron a Sunny junto a su jinete, ambos dragones eran rápidos. Drogon escupio fuego hacia el cielo, anunciando así la llegada de Nymeria, todos dentro del castillo guardaron silencio, la joven entró con una reluciente tiara en su cabeza y una mirada peculiar. Lo que su hermana le había anticipado era cierto, una larga fila de comerciantes ya se encontraban ahí, los que salían de la habitación de juntas se detuvieron al verla, ella caminaba radiante, imponiendo respeto y presencia a quien estuviera allí, los saludó uno a uno, un caballero anunció su entrada a la sala de juntas, Joffrey también estaba ahí, sus ojos demostraban toda la rabia que estaba sintiendo, John estaba sentado a su lado, Erryk también se encontraba ahí:

-Hermana. -Se levantó rápidamente a abrazarla aliviado-: Gracias.

-¿En que puedo ayudar al Norte? -Preguntó amable.

-No tienes nada que hacer aquí, tú renunciaste, ¿recuerdas? -Le preguntó Joffrey notoriamente enfadado.

-Lo sé sin embargo fueron a buscarme. -Miró al hombre que redactaba cada reunión-: ¿Puede ir a llamar a Sir Robert? Lo quiero aquí de inmediato. -Le ordenó a un guardia, luego volvió al hombre que redactaba-: Usted, escriba rápidamente en los pergaminos que la princesa Nymeria Targaryen solicita su presencia, cada pergamino por cada comerciante que se haya ido de aquí terminando algún trato que tenía con nosotros, sea rápido. -El hombre sacó un nuevo pergamino y comenzó a escribir velozmente.

-¿Qué crees que haces?

-Evidentemente, lo que tu no eres capaz de hacer Joffrey.

-Papá le ha dicho a cada comerciante que se fue de esta sala que tú cediste tu derecho de herencia. -Nymeria suspiro estresada.

-No dije nada que no fuera cierto.

-¿Sabes qué es lo que está pasando afuera, Joffrey? Todos los comerciantes de la región han pasado por estas puertas y seguirán pasando a menos que yo esté aquí, cada uno de ellos han cancelado tratos que nos favorecen, todo eso es tu culpa.

-Mocosa. -Tosió.

-¿Eso es todo lo que tienes para decirme? Les dejé un reino en las mejores condiciones y no ha pasado un año que imploran mi regreso porque estás a punto de destruir todo. -Sir Robert entró a la sala.

-Princesa. -Hizo una reverencia.

-Sir Robert, todos esos pergaminos son para que usted los reparta entre personas de su confianza, necesito que lleguen lo más pronto posible a sus remitentes.

-Claro que si princesa, con su permiso. -El hombre se retiró, Nymeria volvió a mirar al anciano que redacta los documentos.

-Usted, por favor divida y organice a los comerciantes, los recibiré personalmente, gracias. -El anciano salió junto a una pluma, su tintero y el pergamino, Nymeria miró en silencio a su padre-: Deberás irte de esta sala, de lo contrario el reino seguirá cayendo a pedazos.

-No voy a irme de aquí, no eres nadie desde que te fuiste.

-Déjenos solos. -Le ordenó a los demás, quienes se levantaron y salieron de la habitación-: ¿Estás seguro que no soy nadie aquí, Joffrey? Soy a quien el pueblo reclama, ¿en serio creíste que si yo abandonaba a la corona, a mi derecho, no habría consecuencias?

-Tú elegiste irte, fuiste quien hizo las cosas mal, jamás tendría que haber permitido que tu madre diera la vida por ti.

-En ese caso, yo hice muy bien dejando que tu esposa agonizara hasta en los últimos momentos de vida. -Nymeria, no entendía cómo era que había llegado hasta el punto de odiar a su padre, no le agradaba su presencia en lo absoluto, quería sacarlo del camino-: Te deje un territorio en las mejores condiciones, éramos hasta más poderosos que King's Landing y ni así fuiste capaz de mantenerlo, cuatro malditos meses.

Nymeria TargaryenWhere stories live. Discover now