Capitulo 17

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 Nymeria detestaba King's Landing y a su población, hacía cerca de dos meses desde que había llegado y un mes desde que intentaba ganarse al pueblo:

-Son detestables y asquerosos, May.

-Aún no entiendo porque te relacionas con ellos cuando nadie más lo hace.

-Intentó ganarme al pueblo, si tienes al pueblo y a un ejército, tienes un territorio, el único problema es que esta ciudad es un desastre. -Ambas se sentaron en unas sillas alrededor de una pequeña mesa cerca de la ventana, Aemond ordenó que la pusieran luego de encontrarse varias veces con su esposa admirando el paisaje-: No sé realmente qué tan bien administrada económicamente esta, no me sorprendería que estuviera mal, dudo que Alicent u Otto sepan cómo se maneja un reino.

-Hay mucha pobreza y tanta gente enferma, me dan pena. -May sirvió el té y ambas amigas observan atentas el paisaje-: ¿No extrañas nuestro hogar?

-Si y mucho, no llevamos ni tres meses aquí y todos los días recibo una nueva carta de Erryk preguntando algo, nadie parece tomarlo en serio. -Suspiró frustrada-: Cregan no va a ninguna reunión desde que me fuí, los comerciantes no confían en Erryk, no sé si seguirá yendo una vez a la semana a convivir con el pueblo.

-Es normal que esté estresado, nadie se esperaba que dejarás tu derecho de lado por Aemond.

-Yo tampoco lo esperaba, no me arrepiento de haberme casado con él, Aemond es increíble y cada día hace algo que me enamora más y más.

-Pero...

-Pero a veces me preguntó si él haría un sacrificio tan grande por mi, muchas noches reflexionó acerca de si hice lo correcto al dejar todo por él.

-Creo que lo importante ahora es ser feliz sin importar si hiciste lo correcto o no.- Se mantuvieron en silencio unos minutos, May notaba algo extraña en su amiga-: ¿Porque no te comes tu galleta con avena?

-Las de aquí me caen mal, igual que el vino. -Nymeria bebió un último sorbo de su té.

-¿No has ido a ver un médico? -Preguntó preocupada.

-No hace falta May, estoy bien.

Nymeria no quería ser madre, no todavía. No conocía a alguna mujer que fuera madre y no pareciera loca, Emma le caía mal pero reconocia que como madre era algo buena y acerca de Alicent prefería no opinar, la madre de May aún estaba viva pero no se hablaba sobre el tema, ella escapó con el hermano de John luego de engañarlo, dejando todo atrás y eso incluía a sus hijos. La joven de llamativos ojos violetas casi grises, le dedicó una sonrisa a su amiga y siguieron conversando.

Al cabo de un mes más, Nymeria se encontraba en su dormitorio, redactando una carta para Erryk, Aemond también estaba allí, preparándose para ir a entrenar con Criston Cole o Sir Crispin como Nymeria había decidido apodarlo:

-¿Tiene nuevamente problemas con Cregan? -Preguntó acomodándose el parche, su esposa asintió-: ¿Es tal y como cuentan?

-No sé como lo contarán, sin embargo, lo encuentro como alguien digno de admirar y de temer, a tan corta edad dirigiendo casi a todo el Norte, ganando batallas sin perder ninguna, hasta yo temería si fuera en su contra. -Aemond, no respondió-: Erryk tiene problemas con casi todo el reino, mi abuelo no le presta atención y a pesar de su estado de salud prefiere ir él a las reuniones antes que permitir que Erryk dirija una, Joffrey está insoportable entonces todos deciden ignorarlo y eso lo enfurece más, ¿has oído de una rebelión de medio territorio pidiendo que yo vuelva?

-No me sorprendería si pasara, extrañan a su futura reina.

-No volveré al Norte hasta que nazca nuestro primer hijo, fue lo que le dije a mi abuelo y a Erryk, no puedo volver antes.

Nymeria TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora