Capitulo 23

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 Ella caminaba en silencio, sosteniendo la mano de su esposo, Nymeria vestía un largo vestido azul con detalles en oro y zafiros, al igual que sus accesorios y sus zapatos. Su mirada no transmitía la misma calidez de siempre, ella ni siquiera quería ir a cenar, prefería quedarse con sus hijos el mayor tiempo posible pero sabía que aunque lo deseara no podía. Llegaron minutos antes que Viserys, Nymeria detestaba orar antes de comer, ella oraba todos los días a los dioses, tenía hambre y quería comer, no escuchar la hipocresía de Alicent en la mesa, una vez que aquello terminó, Viserys comenzó a hablar, dió un discurso acerca de cómo toda la familia debía estar unida, pidió por paz y unión para la casa Targaryen, anticipo hasta su muerte, lo que le helo la sangre a Nymeria. Rhaenyra brindó por Alicent y Alicent por Rhaenyra, asegurando que ella sería una grandiosa reina, Nymeria podía escuchar los comentarios inapropiados que Aegon tenía con Jacaerys:

-¿Puedo probar el vino de tu copa? -Aemond se la pasó, Nymeria sintió el mismo gusto asqueroso en sus papilas gustativas-: Esto está asqueroso. -Le susurró, él miró el vientre de su esposa y nuevamente a ella, Nymeria sabía que Daemon estaba atento a cada movimiento-: No seas tonto, seguramente fue por el té de jengibre, sabes que esa infusión me cae horrible. -Jacaerys se levantó rápido al igual que Aemond, Aegon volvió a su lugar-: Cariño... -Aemond volvió a sentarse, Jace brindó por Aegon y Aemond, deseándoles salud y esperando seguir pudiendo ser aliados, Nymeria encontró aquello como un agradable discurso político.

-Bien dicho muchacho. -Le dijo Viserys, nadie suponía que una bomba se desataría luego de eso.

-¿Qué tal está su hermano? -Le preguntó Baela, Nymeria encontró algo extraña la pregunta.

-Erryk se encuentra muy bien de salud, en estos momentos se encuentra en nuestro reino, dentro de dos lunas vendrá a visitarme.

-Me imagino que estará estudiando mucho e intentando aprender acerca de cómo ser un rey, seguramente lo tomó por sorpresa cuando usted le cedió el trono. -Aemond miró a su esposa disimuladamente evitando parecer sorprendido, ella intentaba no demostrar su enojo pero tenía ganas de golpearla-: Fue una pena que rechazara su derecho.

-Confío plenamente en las facultades de mi hermano para reinar.

-¿Su abuelo no se decepcionó de que abandonará todo solo por un hombre que además, es de público conocimiento de que estaba comprometido con su hermana? -Nymeria miró rápidamente a Daemon quien se hizo el desentendido de la situación.

-¿Tu crees que tu madre estaría decepcionada de ti al saber que aún con un gran futuro frente a ti, prefieres entrometerte en la vida de los demás como si fueras una anciana chismosa sin nada más que hacer? Yo creo que sí lo estaría.

-Cuida tus palabras, Nymeria.

-¿O qué? ¿Te gusta jugar pero que no te ganen? Baela, querida tía, yo también estoy jugando y ya moví mi pieza, ¿dejará la partida solo porque hable de su madre? Tu empezaste. -Baela no respondió pero su cara era de completa furia-: ¿Qué pasó qué no contestas? ¿Te comió la lengua el ratón? ¿O le tienes miedo al dragón? -Nymeria tomó un sorbo del vino que se encontraba en su copa, no debido a que le gustará el vino sino que lo hizo como acto de indiferencia.

-Creo que es suficiente platica por ahora, mejor comiencen a comer.

Helaena también dió un brindis mencionando que el matrimonio no es tan malo aunque su esposo la ignoré excepto cuando estaba borracho, Nymeria sintió pena por ella, una vez que la música empezó Jacaerys invitó a bailar a Helaena, ante la atenta mirada de Aegon. Nymeria observaba de vez en cuando a Viserys, consideraba obvio que lo último que vería el rey era a su familia fingiendo estar unida, posiblemente moriría creyendo que todo estaría bien, la realidad iba a ser contraria a un cuento de hadas. Finalmente Viserys se retiró del lugar, Nymeria quería ir con sus hijos y dejar de fingir, escuchó una risa y miró a Lucerys riéndose del cerdo colocado frente a Aemond, ella no dijo nada pero lo observó con disgusto, su esposo se levantó de su asiento de golpe, Nymeria lo miraba atenta con su corazón latiendo rápidamente:

Nymeria TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora