Capitulo 22

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 Se despertó de su pequeña siesta y luego de pasar unos minutos en la cama decidió salir a pasear un rato, el ambiente se sentía raro, eso la ponía nerviosa. Necesitaba relajarse, sus hijos estaban con May y un par de sirvientas más, le gustaba pasar tiempo con ellos y trataba de involucrarse lo más que podía en su crianza, eran pequeños inteligentes y amigables aunque cada uno tenía una personalidad y carácter diferente. Su caminar era elegante, digno de una reina que imponia presencia sin siquiera necesitarlo, puesto que siempre destacaba a donde sea que fuere, Nymeria se había mantenido alejada de los asuntos de la corona desde el nacimiento de Gaemon, King's Landing le parecía un lugar grotesco donde cuidar a sus hijos, sobre todo con Alicent presente, ella le había prohibido visitar al rey, Nymeria odiaba a Alicent, luego de cada nacimiento la joven debía caminar hasta donde su suegra se encontrará para presentarle al nuevo heredero, era una tortura. Detuvo su caminata cuando escucho que alguien la llamaba, no reconoció la voz de inmediato pero sí lo reconoció a él:

-Princesa, es un honor verla de nuevo. -Ambos hicieron una reverencia, Nymeria les sonrió.

-Príncipes, es un gusto reencontrarnos, ha pasado mucho tiempo desde la última vez.

-¿Nos permite caminar con usted? -Preguntó Jacaerys, era evidente que se sentía atraído hacía ella.

-Claro que si. -Jacaerys le ofreció su brazo para que ambos caminaban juntos, Nymeria no lo aceptó-: ¿Qué los trae aquí?

-Se disputa si seré el nuevo señor de las mareas... -Respondió tímido Lucerys, ella sintió pena.

-Oh, no estaba del todo enterada acerca de la disputa, hay que confiar en los dioses, ellos tienen la última palabra.

-¿A usted que la trae a King 's Landing, princesa?

-Mi esposo, él siempre me atrae a tan tormentoso lugar. -Jacaerys lucía decepcionado.

-¿Se comprometió?

-¿Le sorprende que encontrará un hombre interesado en mi? -Le preguntó intentando sonar seria pero solo quería bromear, necesitaba sacarles información.

-No, no quise referirme a eso, lamento si fui desconsiderado, cualquier persona que la vea es realmente afortunado, su belleza es única e inigualable, sumamente innegable. -Trato de remediarlo, Nymeria rio, Jacaerys la observo atento desde niño había deseado estar con ella, conocerla más allá de lo mucho que escuchaba sobre Nymeria.

-Por favor, es innecesaria tu disculpa.

Nymeria paseó con ellos un rato, también cenó con ellos, ni Daemon ni Rhaenyra estuvieron presentes tampoco Aemond ni sus hijos, la princesa había preferido mantenerlos a un margen el tiempo que fuera necesario. Lamento no poder leerles un cuento antes de dormir, estaba segura de que extrañaria esos días.

La mañana siguiente la pareja se levantó temprano, habían solicitado su presencia para una reunión, ambos se bañaron, May parecía nerviosa mientras peinaba el cabello de su amiga, Aemond estaba sentado esperando a su esposa. Ambos salieron de la habitación, Nymeria le había prometido a May que hablarían luego, su largo vestido rojo decorado con rubíes y oro hacía juego con sus joyas y zapatos, una corona adornaba su cabeza, estaba ligeramente maquillada.

Jacaerys la observó sorprendido cuando entró junto a Aemond, Rhaenyra intercambió una rápida mirada con Daemon, el cual no parecía sorprendido, ella también lo miró y le dedicó una sonrisa, siguió junto a su esposo y se colocó entre él y Helaena. En ese momento entendió el punto de la disputa, todos sabían que los primeros tres hijos de Rhaenyra eran bastardos, a Nymeria realmente no le interesaba ese hecho, para ella solo importaba que fueran buenos líderes. No pudo evitar mirar con sorpresa cuando anunciaron la llegada del rey Viserys, sintió el miedo recorrer cada célula que formaba su cuerpo, ya conocía esa historia y no le agradaba como terminaba, necesitaba huir, quería correr lo más rápido que sus piernas le permitieran, necesitaba ir a ver a sus hijos y llevarlos a algún lugar donde se sintieran seguros, necesitaba sentirse segura. Su mente la trajó a la realidad cuando Vaemond Velaryon le gritaba a Rhaenyra que sus hijos no eran dignos, entonces se acercó hacía donde estaba Nymeria, Aemond se interpuso:

Nymeria TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora