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- Secuaz porque estamos devuelta? Hace una semana dijiste que no regresaremos hasta dentro de un mes - dijo Grimm asomando su cabeza del matorral, otra vez de noche, otra vez mirando al palacio, ya llevan medió año que cada vez en la noche entraban invernadero especial de la sultana, lo arreglaban lo cuidaban y tomaban las hierbas necesarias para ganar suficiente dinero para vivir o ese era el plan.
- te recuerdo que gastaste todo el dinero en el atún gigante - dijiste sería mirándo a Grimm que rio nervioso.
- no sabía que estaba tan caro cuando le mordí... Y me comí la mitad - dijo excusándose.
- aqui los mariscos es comida de lujo, claro que van a estar caros, el mar esta a kilómetros de distancia! - dijiste enojada suspirando - bueno, a robar algunas para hacer un bache pequeño de pociones las vendemos y llegamos como podamos al fin de mes -
- mau... Lo siento - dijo bajando la cabeza, tu se le diste palmaditas en la cabeza.
- te perdono, pero vamos antes que salga el sol o nos quedaremos atrapados hasta la noche siguiente- dijiste cargando a grimm para volver a entrar al palacio para regresar al invernadero, ahora gracias a que llevas medió año cuidándolo esta regresando a su belleza inicial, arrancaba la hierba mala, cortabas las flores salvajes, regabas las tierras y al final del todo, empezabas a recortar las hojas de la hierba que necesitabas, lista para irte.
- ah! Secuaz ayuda - grito Grimm, a lo cual tu fuiste rápidamente, notando una serpiente de color rojo siseando a Grimm, estaba atrapado en una canasta y parecía no podía escapar, hasta desnutrida parecía.
- calma Grimm ven - abrazaste a grimm y con tu pincel ayudaste a alzar la canasta para liberar a la serpiente, alejándose de ella - anda veté, y ten cuidado - le dijiste al animalito, esta te miro y se deslizó para entrar en una abertura de la pared para irse - listo, ya no hay peligro - le sonreiste a grimm y este suspiro aliviado.
- jeje bueno ya tenemos las hierbas vamos vamos aun falta unas horas para amanecer - dijo Grimm tomando su canasta de hierbas, para salir del lugar, tu solo sonreiste mientras seguías caminando, mientras los ojos rojos de la serpiente te miraban desde la abertura.
La víbora se metió mas en la pared saliendo al pasillo recorriendo el lugar, los monstruos a verla le dejaban pasar, se retorcía por los pasillos subiendo por pilares, utilizando las grietas y las aberturas para llegar a la biblioteca del palacio, donde un hombre de cabellera larga y piel morena, estaba leyendo algunos pergaminos de hechicería nigromante cuando la serpiente se subió por su espalda.
- en donde estabas? Llevás medió mes desaparecido - dijo mirando de reojo a la serpiente que esta le empezó a susurrar cosas al oído.
-Un intruso?! Como?! - dijo enojado -...aja .... Aja... ¿Y cuantas joyas se llevaron? ... Ninguna?... Entonces? - miró a la serpiente serio - .... Hierbas? Pero el jardín murió hace décadas.... Gracias - hizo una seña que se retirara mientras le lanzo un conejo que la serpiente mordió y se fue con ella para comer.
Suspiró - tendre que hablar con su majestad...- dijo Jamil mientras se levantaba y guardaba el pergamino.
