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El murciélago apareció enfrente de una cabaña justo en la puerta, si hubiera podido entrar lo hubiera hecho, pero empezó con desesperó tocar la puerta con insistencia, -LE'BLUE, LE'BLUE SE QUE ESTÁS, AHÍ ÁBREME -
-Arg! Ya voy! Ya voy! PERO NO PAGO LAS DEUDAS DE MI HERMANO BLUE- el dueño de la cabaña en cuestión abrió la puerta enojado, aunque era de noche, el vampiro en cuestión estaba invernando ya que tuvo una maratón de heridos hace unos días, se encontraba con pijamas y despeinado, miro al vampiro que tocaba con desesperación su puerta - Lilia? que sucede? -
- LE' BLUE MI FAMILIA, CREO QUE FUERON MALDECIDOS - grito con desespero y el vampiro de cabellos de color azulados lo dejo pasar para atender a sus pacientes, tenía sus dudas de quien eran las personas que había traído pero no era el tiempo.
Revisó tanto a la chica como al niño de manera rápida - la mujer es un desmayo, pero ahora el que está en peligro es el pequeño ... - dijo ya revisando quien era que necesitaba más atención médica urgente, cargo a Silver y empezó a reanimarlo, como tratarlo, pero podía sentir la mirada de Lilia en su nuca - Lilia sabes muy bien que no trabajo bien si soy presionado - miro a ver su amigo y compañero, pero pudo jurar si pudiera sentir su sangre caliente recorrer sus venas se hubiera enfriado con la mirada del chico.
- ... vivirán? - dijo como si estuviera en un mini trance, su voz tan fría y sin emoción alguna causo escalofríos al medico, conocia ese estado, ya que fue compañero de guerra, solo se ponia asi cuando tenia que apagar sus emociones para poder actuar con la mente fría, pero eso causaba que perdiera cualquier empatía o afecto a cualquier persona alrededor, un estado que incluso los veteranos les costaba llegar, pero Lilia fue el primero en amaestrarlo.
- no es muy seguro, primero tengo que quitar la maldición y ver los efectos secundarios - dijo con firmeza, no era un estado donde el pudiera dudar o decir mentiras, su cabeza puede salir volando en un parpadeo.
- necitas algo para asegurar su vida? - sus ojos ahora rojos como la sangre fresca, sin brillo de humanidad en ellos, emitían un leve resplandor de la misma tonalidad de su mirada, Le'blue trago saliva, aun no se acostumbra a esa sensación de estar enfrente de un depredador.
- espacio ... - dijo firme y pudo notar como Lilia solamente asintió y como apareció desapareció en una nube de humo negra, sus piernas temblaran y sentía que la fuerza se le iba, pero no podia, Lilia no estaba enojado con el y no le iba a dar razones para hacerlo enojar, continuo atendiendo a sus pacientes... deseándole una muerte rápida al pobre desgraciado que causo la ira de esa mirada.
