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- Lilia - tu voz era seria y firme
-si?~- dijo con una sonrisa alegré
- Te dije que solo una! No hasta la media noche! - lo miraste enojada mientras tenias su gabardina puesta ya que al señor salvaje le gustó destrozar la ropa que llevabas puesta y ala vez estabas siendo cargada en modo nupcial en sus brazos... Ya que ni siquiera sientes las caderas.
- mmmm no lo recuerdo ~ - fingió inocencia mientras te miraba de reojo, vio como hiciste puchero y se hacerco a darte un beso inocente en la mejilla, soltando una risa por ver como te volvias una bella fresa de lo avergonzada que estabas, ya Lilia no se cuestiona el porque te puedes sonrojar o no, eras así y siempre seras, como esposo que es tiene que aceptar y querer a su mujer.
- enserio si Silver no pudi dormir porqué no le pude cantar su nana vaz a ver- dijiste enojada y Lilia rio dandote otro besito.
- estara bien, cuando lleguemos a casa lo verás ahí bien dormido y contento... Y porque sigue despierto? - dijo Lilia mirando al frente notando una sirvienta con Silver en brazos que tenia carita de puchero mientras se negaba a dormir, si no estaba mamá, no se ira a dormir.
Lilia sabía que la mirada asesina que sentía era de su querida esposa - ... Se los compensaré mis amores - y con risa nerviosa se adentro a la mansión.
Lilia y tu estaban tan felices con su vida normal que por un momento se olvidaron de las otras esposas, claro eso fue hasta que llego ese dia, habían pasado ya cuatro meses desde la supuesta luna de miel de los dos, y obviamente las esposas ya regresaron, todas pensaron que su gran y poderoso señor Lilia lo mas seguro esque se la paso todo ese tiempo castigando a la insolente de su nueva esposa, si era lo mas seguro o lo que pensaron esas mujeres, cual fue su sorpresa al ver a su señor jugando con Silver en el jardín intentando enseñarle a caminar poniendo sus pies en los zapatos del Mayor y sostenía sus manitas para intentar caminar.
Tu estabas en el jardín en la sombra con te y galletas mirando la escena desde lejos divertida y supervisando, aunque sabías que Lilia ya le tenía un cariño a Silver, y solo fue hace unas semanas que sucedió el incidente del bosque, entonces se podía decir que habías bajado los escudos con Lilia, pensando que es un buen esposo y padre, pero tuviste que subir denuevo esos escudos a verla a ella, Azaela estaba acercándose junto a las otras esposas, todas con cara de confusión.
- mi señor Lilia- dijo Azaela y Lilia se tenzo, cargó nuevamente a Silver que su pequeña sonrisa se borró al ver las mujeres - hemos regresado a casa - y todas hicieron una reverencia bajando la cabeza, tanto Lilia como tú, solo pensaron..
