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-¿Grimm? ¿En dónde estamos? .. grimm? - dijiste mirando alrededor algo asustada, paniqueando al no ver a tu amigo felino, cuando encontraste una nota en la mesa de noche que decía "Como Tsunataro no volvió con mi atún salí por pescado, use las lianas para bajar, no me esperes secuaz" y una huella de tinta donde va la firma de la persona, tú sólo pensaste que no era el momento para que te dejara sola.
-Ese gato... ¡No estás haciendo su trabajo de guardián ahora!- Dijiste ya levantada y buscando una salida del lugar, no sabes como llegaste aquí pero no deberías estar aquí- Ta.. Tal vez por la ventana... Aaaah-
Estaba alto... Demasiado y tu tenías vértigo, ya que como eras un cristal la altura te aterraba, literalmente te puede romper como ese material si te golpean con la suficiente fuerza y si no sabias volar ¿Y si te caías? Sería tu fin, terminarías como esas figuras antiguas de cristal que se rompen en cientos de partes en el momento que tocan el suelo.
Tuviste que alejarte del borde la ventana y sentarte en la orilla de la cama para recuperar el alma, ya que la sensación de vacío en el estómago no se iba, además de los ventanales no había más salidas en esa habitación y te podias quedar ahí, si ya trajeron a los esclavos significa que la historia de Yuu va a empezar y estas en la que será su habitación, Malleus te matara si te descubre ahí.
-¿Co.. Cómo voy a escapar de aquí? No quiero que el rey me convierta en hadita a las brasas- Dijiste asustada en voz baja, pegándote a la cama para que tus piernas no te fallará y te resbalaras.
-.... ¿Quién te convertirá en hada a las brasas?- Dijo una voz profunda desde tu espalda, cuando te giraste de golpe para de quién se trataba y te encontraste con la última persona que querias ver ese día, el mismísimo rey Malleus Draconia estaba entrando por uno de las ventanales y te miraba con curiosidad
-Su... Su... ¡¡SU MAJESTAD MALLEUS!!- Gritaste asustada y bajándote de la cama de un salto te arrodillaste ante él y pegaste frente al suelo -¡¡LO.. LO SIENTO MUCHO SU MAJESTAD!! ¡¡LE JURO QUE NO QUISE ENTRAR EN SU TORRE PRIVADA, SIMPLEMENTE DESPERTÉ AQUÍ!!-
-Calma pequeña hadita, calma- Intento clamarte Malleus acercándose a ti poco a poco, aun le era un poco divertido ver tu reacción exagerada
-¡¡CREO QUE FUE TSUNOTAROU QUIEN ME TRAJO!! ¡¡PERO NO SE ENOJE CON ÉL ES UN DRAGONCITO INOCENTE Y TRAVIESO!!- Dijiste entre lloros desesperados que sólo le provocó ternura el rey de las hadas, aun en esta situación te preocupas por él.
-Lo sé, tranquila, no tienes porque ponerte así, no castigaré de ninguna manera- Dijo Malleus ya poniéndose a tu altura y levantando tu rostro del suelo para que lo miraras a los ojos -¿De verdad puedes ser tan inocente? Después de todo este tiempo aun no te das cuenta- Agregó acariciando tu mejilla para hacerte sentir mejor y que no le tuvieras miedo.
-¿Inocente? ¿A que se refiere la alteza? ¿De que debería darme cuenta?- Preguntaste con genuina confusión y limpiando tus lagrimas con las mangas de tu vestido, estabas aliviada de que no serás castigada pero aun así no entiendes por qué el rey es amable contigo, si esta es la primera vez que se ven ¿no es así?
Malleus solo soltó una pequeña risita divertida, te ayudo a limpiar tus pequeñas lagrimitas con los pulgares de sus manos, te ayudo a ponerte en pie de nuevo, notando que aun en su forma humanoide él es enorme comparado con su pequeña doncella, eso la hacía ver tan adorable, brillante y transparente como el cristal, pero bueno, le prometió a Silver y a Lilia que dejaría todo en claro para no causar más dramas ni confusiones, así que, aun que lo lamentaba un poco, era hora de presentarse adecuadamente.
-Oh pequeña, además de mi abuela, que por su avanzada edad y magia desgastada ya no puede tomar su forma de dragona, yo soy el único dragón del Valle de las Espinas y tal vez de todo el mundo ¿Sabes lo que eso significa?- Dijo tranquilo sin soltar tus manos y dejar de sonreír
-........... Entonces........ Cuando me dormía sobre el hocico de Tsunotarou...... Y me metí desnuda al río y use el cuerno de Tsunotarou para colgar mi ropa.... Y la vez que Grimm se rascó sus uñas en Tsunotarouo.... T.. Todas esas veces... Eras..... ¿Eres tú?- Analizaste poniéndose roja como tomate por la vergüenza, todas esas veces que jugaste con Tsunotarou y le cantabas, estabas jugando y cantando con el Rey Malleus ¡¡EL JUEGO NUNCA ACLARÓ QUE MALLEUS ERA EL ULTIMO DRAGÓN!!.... Oh espera... Sí lo hizo, pero a ti se te olvido, esperar por tanto tiempo los eventos del juego te afectó la memoria -¡Qué vergüenza! ¡Cómo lo siento su majestad!-
-Ya no te disculpes más por favor, que soy yo el que se siente avergonzado ahora- Pidió Malleus amablemente -Y por favor no me llames por ningún título honorífico, prefiero que sigas diciendo Tsunotarou- Pidió estrechando más tus manos entre las suyas, ahora que podía tocarte con esta forma más cómoda no quería soltarte
-Esta bien su... Tsunotarou- Te corregiste al acto a lo que Malleus se alegro -Pero... ¿Por qué me trajo aquí? Se supone que ya no sirvo en el palacio.... ¿Quiere que limpie la habitación antes de irme?- Preguntaste de manera tan inocente que Malleus comenzó a sentirse mal consigo mismo, ya que esa noche tenía planes para que nunca te alejes de su lado y que involucraron destrozar ese lado tan inocente tuyo.
-Claro que no pequeña, es que... Yo... No quería que te marcharas de mi lado ____, no quiero que te vayas nunca, te aprecio demasiado para dejarte ir, asi que te escondí aquí- Explico el dragón sintiéndose avergonzado -Se que aun sea un rey no tengo ningún derecho sobre ti, actúe de manera infantil y lo que hice estuvo muy mal... ¿Me podrías disculpar por favor? También quiero pedirte que te quedes y te vuelvas "Mi doncella"- Dijo mirandote con ojitos brillantes llenos de esperanza por una respuesta afirmativa.
