El lugar correcto

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Louis sintió el pene de Harry salir de su entrada, y por un momento se sintió vacío, pero más que nada sentía ardor y cansancio.

- No te muevas - Dijo Harry, y Louis giró la cabeza para verlo caminar hacia uno de sus cajones.

- Lo dices como si fuera muy fácil moverse con las manos amarradas - Louis habló sarcástico, a pesar del cansancio que se reflejaba en su voz.

- Pues nunca me han amarrado, así que tú eres el experto - Louis escuchó la sonrisa burlona de Harry en su voz, y sintió el calor subir a sus mejillas.

Louis no se había detenido mucho a pensar en la cantidad de fetiches que estaba descubriendo en los últimos días. Hace una semana, ni en sueños le hubiera parecido excitante tener las manos amarradas.

Estar con Harry era como descubrir un mundo completamente nuevo de experiencias, emociones y sensaciones desconocidas. Y Louis se sentía abrumado por una parte, pero más que nada se sentía libre.

Un segundo después, Harry regresó junto a Louis, con un paquete de toallas húmedas y una playera en la mano - Voy a limpiarte, ¿de acuerdo?

- ¿Tengo elección? - Preguntó Louis, mientras Harry desamarraba la bufanda de sus muñecas.

- Claro que sí, puedes quedarte amarrado en mi cama, con mi semen escurriendo por tus piernas toda la tarde - Harry habló mientras pasaba una toalla húmeda sobre las piernas de Louis, limpiando sus fluidos lentamente, de abajo hacia arriba.

Louis sentía el recorrido de Harry por sus piernas, el contacto era frío y húmedo, y le sorprendió darse cuenta de que Harry lo estaba disfrutando.

Las manos de Harry parecían saborear cada centímetro de piel que limpiaba, recogiendo cada gota de fluidos con total delicadeza. Louis se sentía como una obra de arte siendo apreciada por primera vez, así es como lo hacía sentir Harry.

El ojiazul comenzó a ponerse nervioso, y decidió desviar la atención de Harry. Ya con las manos libres, trató de enderezarse, apoyando las palmas en el colchón - Que chiste tan malo. Oh Mierda - Louis volvió a apoyar su pecho en la cama cuando el movimiento hizo que más semen saliera de húmeda entrada.

Harry se rió bajo - Yo nunca dije que fuera un chiste - Harry limpió los fluidos recién salidos de Louis, y se dirigió a su entrada - Créeme que es una idea bastante tentadora poder verte así un rato más.

Louis siseó cuando sintió la humedad de la toalla en su entrada, estaba fría, y el contacto le ardió un poco - Lo siento - Harry se disculpó por el ardor que sintió Louis, y sólo tardó unos segundos más en limpiar completamente los fluidos.

Un momento después, tomó la playera que había traído con él y la utilizó para secar la humedad que las toallas habían dejado en las piernas y la entrada de Louis.

- Listo, bonito - Louis sintió cómo Harry dejaba un beso en la parte trasera de su cuello, y no pudo evitar sonreír.

Finalmente, Louis se apoyó con ambas manos para despegarse del colchón y ponerse de pie, pero el movimiento provocó un dolor punzante en su entrada, haciéndolo sisear de nuevo mientras luchaba para enderezarse.

- Hey, espera - Harry se apresuró para ayudarlo, y un segundo después ya lo había levantado en brazos como a un bebé.

- ¿Estás loco? No puedes cargar así a un hombre adulto - Louis se sentía ridículo, y esto lo hizo ponerse a la defensiva - Bájame, maldita sea.

Harry se rió y con dos pasos llegó a un lado de la cama. El rizado dejó a Louis nuevamente sobre el colchón, pero esta vez acomodado para dormir.

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