Su hogar

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Las manos de Harry fueron directamente al rostro de Louis, tomándolo por las mejillas, mientas que el ojiazul lo abrazaba de la cintura.

Louis sintió las lágrimas del rizado contra su rostro, e instintivamente lo abrazó con más fuerza, acercándolo más a su cuerpo. Louis quería consolarlo, quería hacerlo entender que estaba ahí para él.

El beso era necesitado, pero suave, sus labios se movían lentamente sobre los del contrario, se sentía como si fuera la primera vez que se tocaban, ambos llenos de sentimientos reprimidos, tratando de expresarlos con el roce de sus labios.

Después de unos segundos, Harry se separó del beso y lo miró a los ojos - ¿No vas a dejarme? - Louis vio una mezcla de alivio y esperanza en su rostro.

- No voy a ninguna parte - Con esas palabras, Louis oprimió el botón de su piso en el elevador, y las puertas se cerraron nuevamente.

Harry sonrió como nunca antes, sus ojos estaban llenos de lágrimas, pero brillaban de felicidad, y suspiró aliviado, dejando salir todo el aire que había estado conteniendo, mientras otra lágrima rodaba por su mejilla.

- Hey, ven aquí - Louis rodeó el cuello de Harry con los brazos, y el rizado se inclinó para abrazarlo por la cintura.

El contacto era justamente lo que ambos habían necesitado, y por un momento se olvidaron del mundo.

El calor de Harry envolviendo su cuerpo hizo que Louis se sintiera seguro. Después de unos minutos, el elevador se detuvo y las puertas se abrieron.

Esta fue la señal para ambos de separarse, pero lo hicieron despacio, ninguno quería renunciar al contacto físico del otro.

- Vamos - Harry extendió la mano hacia Louis, y él la tomó, dejando que el rizado lo guiara de vuelta al departamento.

Caminaron por el pasillo con las manos entrelazadas, y Louis se dijo a sí mismo que debería sentirse extraño, pero no era así, sentía que sus manos encajaban perfectamente una con la otra.

Cuando ambos estuvieron dentro del apartamento, Harry cerró la puerta y lo miró, sin soltar su mano.

- ¿Todavía quieres tomar ese baño? - Harry le preguntó, con una sonrisa cariñosa en el rostro.

- Harry, yo lo lamento mucho... - Louis se sentía terrible, sólo quería disculparse, pero Harry lo interrumpió, y lo tomó de la cintura con su mano libre.

- Hey, está bien. Hablemos en la ducha - Harry comenzó a caminar hacia el baño, con la mano de Louis entrelazada en la suya.

Ambos entraron y Harry cerró la puerta tras ellos, en ese momento, sus manos por fin se separaron, y Louis sintió que le hacía falta el contacto del rizado.

Louis sentía las palabras que quería decir atoradas en su garganta - Harry... - El rizado caminó al fondo de la habitación y abrió la llave del agua.

- ¿Qué pasa? - Harry se acercó a Louis nuevamente, y lo tomó de ambas manos, para guiarlo junto a la regadera.

- No sé qué decir - Harry lo miraba directamente a los ojos, y Louis sentía ganas de llorar al verlo ahí con él, después de todo lo que acababa de pasar.

- No tienes que decir nada - Harry lo tomó de las mejillas y acarició lentamente su rostro con los pulgares - ¿Me dejas ayudarte a desvestirte?

Louis sintió un golpe en el corazón cuando escuchó la pregunta, sabía que Harry se sentía inseguro de tocarlo por cómo se había comportado hace un rato.

- Harry, sabes que puedes hacer lo que quieras - El rizado le mostró una pequeña sonrisa, y sus manos descendieron lentamente por el torso de Louis, hasta llegar a la costura inferior de su playera.

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