𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐂𝐚𝐥𝐥 𝐨𝐟 𝐃𝐮𝐭𝐲

˗ˏˋ❍||Kyle Garrick

—Trama: Conquista.

–Advertencia:Ninguna

–Un poco corto el capitulo, no tenía imaginación.

–Disfruten

-ˏˋ ✧, ❀ . ´ °⌒⌒⌒⌒⌒⌒⌒⌒⌒⌒° ' ,❀. ✧

[...]

–Entonces... –

Aquel moreno llevó su atención a su compañero de equipo, frunció sus cejas mientras esperaba que siguiera hablando, llevó hacia su boca aquella taza de café para darle un gran sorbo, estaban en pleno invierno, así que debían buscar una forma de conseguir calor.

–¿No has tenido novia?–

Gruñó en bajo, pensó que le preguntaría otra cosa, dejó la taza en la mesa que tenía frente a él.

–Si, pero la última vez no salió para nada bien, no tenía comunicación con ella por el ejército, ya sabes, confidencialidad–

–¿Y?– Soap al ya estar atrapado en la historia de su amigo se acomodó en su lugar cruzandose de brazos.

–La terminé, cuando llegué a nuestra casa, la encontré con otro hombre–

–Auch, bueno, por lo menos la descubriste–

–Si, pero no la culpo, ya no le tenia el cuidado que necesitaba para ese entonces–

Su mirada se clavó en aquel líquido, ya le quedaba muy poco para acabarse su café.

–Pero, ¿No te gusta alguien?–

–Por ahora nadie, no hay chica que me interese, decidí cerrarme para concentrarme en el ejército–

Soap abrió su boca para poder hablar pero no se le ocurrió nada, quizá su amigo tenía razón, al estar en una Fuerza operativa no les dejaba la opción de enamorarse, los mantenían sumamente ocupados como para preocuparse en buscar una pareja.

Tan triste como parece, podrían morir en una misión y dejar niños huérfanos o a su esposa sola, eso sería devastador.

–Bueno, terminemos esto, debemos ir a prepararnos para la siguiente misión– el escocés suspiró.

–Como digas–

Se acomodó en su lugar cerrando sus ojos y cruzandose de brazos, su respiración era tranquila, solo quería descansar un poco, hasta que sintió la mirada sobre él.

–¿Podrías dejar de mirarme?–

–No soy yo–

Abrió sus ojos y miró a su contrario con confusión.

–¿Entonces quién?–

–Mira para allá–Soap llevó a su boca la taza y volteó lentamente disimulando.

Gaz suspiró de una forma pesada, apoyó sus brazos sobre la mesa y giró su cabeza hacia una mesa lejos de la suya.

Entonces la vió, era una mujer, linda a simple vista, quien también estaba tomando su café, sus mejillas estaban suavemente rojas por el frío, sus cejas estaban relajadas, pero aquellos ojos lo miraban solamente a él.