˗ˏˋ❍||Rodolfo Parra

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—Trama: Amigos/Amantes.

–Advertencia:Ninguna

–Disfruten.

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[...]

La Task Force 1-4-1 bajó tranquilamente de aquel avión para ser recibidos por aquel apuesto mexicano conocido como Alejandro Vargas.

Ghost suspiró con pesadez, el clima era diferente, cosa que también ____ notó, era más cálida esa zona.

–Bienvenidos a las Almas– saludó aquel mexicano con una sonrisa en sus labios– Jhon MacTavish.

–Un gusto, me dicen Soap– extendió su mano hacia él saludándolo.

Ya saben que pasa aquí, se saludan y hablan sobre Hassan y las Almas, no hace repetir la historia. Cuando entraron al auto notaron la presencia de otro hombre.

–El subteniente Rodolfo Parra– presentó a su amigo, ya que todos tenían la vista en él– mi mano derecha.

Rodolfo iba a saludarlos pero su mirada se clavó en aquel rostro femenino, le llamó la atención, nunca la había visto, tragó saliva nervioso, ella también lo miraba. Un pequeño cosquilleo aparece en su espalda, no sabía que estaba pasando.

–¿Rudy?–

Alejandro pasó su mano por el rostro de su amigo para sacarlo en ese pequeño trance. Soap y Ghost se miraron mutuamente algo confundidos por la reacción de aquel mexicano.

–Carajo Rodolfo, ¿Qué te pasa?– susurra hacia su compañero, habían quedado en impresionar a los invitados.

Una sonrisa juguetona aparece en los labios de aquella mujer, cruzó sus brazos y alzó sus cejas. Él no paraba de verla, había quedado hipnotizado. Y ese pequeño detalle no se le había escapado a ____.

–Le chat a-t-il mangé sa langue? (¿Acaso le comió la lengua el gato?)– claramente su tono de voz era suave y sensual con un toque de burla.

Su corazón comenzó a palpitar ante la voz de aquella mujer misteriosa, si no se equivocaba aquel lenguaje era Francés, y obviamente no le entendió ni un carajo, pero si que lo cautivó, era sumamente sensual.

–¡Rodolfo!–empujó a su amigo.

Finalmente reaccionó, sus dedos se hundieron en el volante mientras encogió sus hombros tratando de ocultarse entre ellos, sus mejillas se habían tornando en un suave color carmín de lo avergonzado que se encontraba por la situación.

–Perdónenme, ya estoy de vuelta–

Sin esperar a que le dijeran algo él arrancó el auto y comenzó a dirigirse al lugar donde harían la misión.
En el camino alzaba su vista hacia el retrovisor podría admirar la figura de aquella mujer francesa quien reía a carcajadas junto con el escocés.

Nuevamente sintió que sus mejillas se calentaban de nuevo, le había gustado.

Tendría que arreglárselas para enamorar a esa mujer, cueste lo que le cueste. Quizá y le pida concejos a su fiel amigo Alejandro ya que tiene más "pegue" que él.

No es tan experto que digamos.

[...]

Mal, todo iba mal, los coqueteos y piropos que Alejandro le decía que hiciera no resultaban, quizá por que era muy atrevido cosa que él nunca y ni en su vida haría.

Él es de los hombres que les gusta tener cuidado en lo que dice y hace, sus movimientos son sutiles, los regalos que el daría son más de chocolates y pequeñas paletas, flores no tan llamativas. Pero para su mala suerte se enamoraba de mujeres que le gustan los detalles más caros y sobre todo que son más exigentes.

𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐂𝐚𝐥𝐥 𝐨𝐟 𝐃𝐮𝐭𝐲Where stories live. Discover now