˗ˏˋ❍||Alejandro Vargas

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–Pedido por:Summer__Times

–Trama:Amantes, TEPT [Trastorno des estrés postraumático]

–Advertencia: Por tratarse de un trastorno quizá no le parezca algo atractivo para algunas personas, se recomienda discreción.

—Es algo corto el capítulo, perdonen.

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[...]

Después de un arduo trabajo aquel mexicano regresó a aquella casa que compartía con su pareja, estaba algo exhausto, combatir contra el Cartel le quitaba energías.

Después de todo lo hacía por el bien de su gente y de su novia.

Abrió la puerta de su vivienda y entró teniendo sumo cuidado con sus movimientos.

–Amor, ya llegué–

Habló algo fuerte para que pudiera escucharlo, al no recibir respuesta alguno hizo que su cuerpo se tensara un poco, cerró la puerta y caminó por el lugar en busca de la mujer.

La televisión estaba prendida, estaban pasando una película, la reconoció al instante.

"Hasta el último hombre", sus manos comenzaron a temblar un poco.

Conocía la trama y eso no le agradaba. Rápidamente apagó la televisión ya que tenía el volumen muy alto y no lo dejaba concentrarse mucho.

Su atención se posó en aquellos platos y vasos rotos en el suelo, eso lo preocupo aún más, siguió el rastro hasta que escuchó un fuerte estruendo, venían de la cocina.

Como si su vida dependiera de ello corrió hacia esa dirección, fue cuestión de reflejos que agachó su cabeza para esquivar un plato que venía a su dirección, se incorporó y finalmente pudo observarla, ella tenía el cabello alborotado, sus ojos estaban algo desorientados.

Su cuerpo temblaba como si tuviera pequeños ataques de ansiedad.

Le dolía por completo verla en ese estado, la guerra la dejó muy mal.

Recuerda la primera vez que la conoció, parecía una mujer normal y con ganas de vivir, se conocieron y se hicieron muy unidos, hasta con el tiempo notó que ella tenía problemas severos, la primera vez que la vio de esa forma tan alarmante fue cuando la llevó con ella a una feria.

Los fuegos artificiales y los disparos la hicieron comportarse tal y como lo estaba haciendo. Con el tiempo le confesó que era una mujer retirada del ejército, era tan joven que le sorprendía por completo que tenía ese trastorno.

Después de todo no la culpaba, la habían tratado de la peor forma posible así que desde ese día prometió cuidarla y apoyarla en lo que podía.

Volviendo a la escena inicial, Alejandro se acercó a ella lentamente tratando de no hacer algún ruido que la altere. Ella finalmente lo vió, la mirada de terror y miedo se reflejaba en sus ojos.

____ se hizo para atrás rompiendo con sus pies un pedazo de vaso que se le había caído con anterioridad, eso la hizo exaltarse.

Ella golpeó con fuerza la pared y comenzó a lanzar cosas nuevamente.

–Shhh, tranquila preciosa...–

Como pudo la tomó con suavidad de los hombros y la atrajo hacia su cuerpo, su respiración era algo agitada y la comprendía.

Sus manos pasaron por el cabello de su amada tratando de tranquilizarla, con suavidad comenzó a murmurar cosas como "Está bien", "Tranquila", "Estoy aquí".

Pasaron los minutos y finalmente pudo calmarse, ella cerró sus ojos y se aferró al cuerpo de aquel mexicano.

–Lo lamento... En serio, no fue mi intención romper todo–

Alejandro cerró sus ojos y con pesadez suspiró negando con su cabeza. Sin dejar de acariciar su cabeza él habló con suavidad.

–No es tu culpa–

–Claro que si, si no fuera de que tenía el volumen alto y sobre todo no cambiar el canal rápidamente esto no hubiera pasado–

Suaves sollozos salen de su garganta, se sentía mal de meter a Alejandro en sus problemas, se sentía inútil en todos los sentidos.

–Los platos rotos no importan, tú si–

Se separó un poco para mirarla a los ojos, con cuidado pasó su pulgar limpiando las lágrimas que se le había acumulado en sus ojos, después de eso estampó con cuidado sus labios sobre la frente de su contraria.

–Vamos, ve a darte una ducha para que te relajes un poco, después voy a barrer y a limpiar todo esto–

___ suspiró con suavidad y resignada asintió con su cabeza; siendo guiada por su contrario hacia la bañera ella fue ayudada a desvestirse, después de todo su cuerpo aún seguía algo tenso, así que Alejandro sin negarse a nada la ayudó en bañarse.

Pasó con cuidado el Shampoo en su cabello para lavarlo, al igual que pasó con cuidado el jabón en todo su cuerpo, su mirada siempre se dirigía en aquellas cicatrices que poseía su cuerpo. A ella le daban asco, pero sin en cambio aquel mexicano las besaba con suavidad dándole a entender que después de todo ella es perfecta ante sus ojos.

Sin importar que ocurriera.

Al terminar de bañarla, Alejandro salió en busca de una toalla y al regresar la vió parada mirando a la nada.

–¿Cómo te encuentras?– colocó la toalla alrededor de su cuerpo y la abrazó con cuidado.

–Ya mejor, gracias por todo lo que haces por mi... Siento que te causo tantos problemas–

–Para nada, no pienses en esas cosas por favor–Depositó un suave beso en su mejilla.

[...]

Después de ayudarla en secarse y cambiarse, con gasas y vendas curó las heridas que se había hecho, le tomó un poco de tiempo y cuando él logró acostarla en la cama y dormirla se fue a barrer los escombros que había en la casa.

Esa vez solo fueron pocos, así que no le tomó tanto tiempo limpiar, ya al tener todo en una bolsa negra salió al patio para dejarlo junto a la demás basura.

Sacudió sus manos y suspiró con suavidad, su vista se fuga al cielo, ya era noche. Sin decir nada más entró a la casa y empezó a ver que hacía falta, ahora ya no compraría cosas que se podría romper, le pediría de favor a Rodolfo de que le comprara vasos y platos de plástico por si acaso.

Después va a contratar a una persona que venga a cuidarla mientras él no esté.

Toda esa situación lo dejaba algo aturdido, con pesadez camina hacia las escaleras y sube, se sentía cansado, ahora tenía la misión de ir a dormir.

Solo quería descansar un poco.

Cuando llegó a la habitación rápidamente su vista fue hacia el cuerpo de aquella mujer quien descansaba con tranquilidad en aquella cama.

Una sonrisa suave aparece en sus labios, sin decir algo más comenzó a desprenderse de sus ropas quedando en boxer, con cuidado se mete entre las colchas y pasa su brazo por encima del cuerpo de su pareja abrazándola.

Sintió como ella se removió un poco acomodándose

–Alejandro– su nombre fue mencionado por aquella mujer.

Antes de dormir depositó un suave beso en su cabeza y se acomodó para así quedar en manos del morfeo.

Después de todo, él la amaba sin importar nada.

Haría cualquier cosa por ella.

𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐂𝐚𝐥𝐥 𝐨𝐟 𝐃𝐮𝐭𝐲Where stories live. Discover now