taehyung, la tierna pareja del gran y temible narcotraficante jeon jungkook, esta en espera del primer hijo de este.
¿jungkook dejará que su pequeña familia viva entre la vida de peligro que él lleva? ¿qué hará para protegerlos?
jungkook tiene qu...
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—Pastalito, se fuerte —le susurraba Jungkook a su esposo mientras lo tenía sentado encima de su regazo.
Ya iban todos en una camioneta rumbo a un lugar desconocido, pues a decir verdad nadie sabía donde podría dar a luz Taehyung si el único doctor y consultorio privado que tenían era del infiltrado de Jasha. Y si lo llevaban a un hospital, los guardias y cualquier persona reconocían inmediatamente a Jungkook.
Taehyung aún estaba conciente pero muy apenas. Se sentía sin fuerza y solo quería domir, pero por el bien de su bebé Soyeon y la voz de Jungkook diciendole que sea fuerte y se quedara con él, lo mantenían aun despierto soportando el dolor de las dolorosas contracciones. Olvidando por un momento todo lo que paso hace un rato y que estaba en brazos de la última persona que quería que lo tocara.
—Tenemos que pensar algo rápido, el bebé va a nacer prematuro y va a necesitar de cuidados especiales al igual que Taehyung —dijo la señora Yang, quien iba a lado de Jungkook, mientras sostenía la manita libre del menor, pues la otra la estaba sosteniendo Jungkook—. Hay que llevarlo con el señor Min —dijo, y Jeon la volteó a ver como si estuviera bromenado.
—Ni muerto —contestó entre dientes Jungkook.
—¿Entonces que propones Jungkook? ¿Te arriesgaras a llevarlo a un hospital normal o te arriegas a llevarlo con ese doctor? Tienes que decidir rápido, Taehyung esta sufriendo y al parecer tu hija tiene mucha prisa por nacer —habló esta vez Hoseok quien iba en el asiento de copilto, sin medir sus palabras ante la desesperación y adrenalina que tenía al tener tras él a una persona a punto de traer a otra al mundo.
Jungkook se estaba martiriando la cabeza en pensar como hacer para que su familia no corriera riegos y su princesa Soyeon naciera perfectamente bien. Pero precisamente tomar decisiones como esta es lo que lo a martiriado toda su vida.
—J-jung-kook —susurró Taehyung apenas y manteniendo sus ojitos abiertos, mirando a su esposo y reuniendo fuerzas para hablar lo más claro posible—. Llévame con Yoongi, amenazalo o mantenlo custodiado después del parto para que no le diga a nadie del nacimiento, pero no me lleves a un hospital, no quiero que nadie desconocido sepa de mi b-bebé —dijo, tomando aire pues decir tantas palabras lo había agotado.
Jungkook se quedo mirando fijamente el rostro de Taehyung cuando otra contracción paso y este arrugo su rostro del dolor. ¿Qué tenía que hacer? Las dos opciones que tenía eran sumamente riesgosas. Se dijo a si mismo que si lo llevaba a donde Yoongi el mismo podría cuidar que de la boca de ese traidor no saliera ninguna palabra, pues si era necesario lo privaría nuevamente de su libertad para que así no tuviera la oportunidad de escabullirse e irle a decir todo a Jasha.
—Esta bien, mi amor —le dijo, Taehyung ante el dolor y el sentimiento de preocupación y felicidad de que pronto nacería su hija, se olvido de todo por un momento y solo acorruco su rostro en el pecho de su esposo—. Conduzcan a la casa, ahí esta Yoongi. Por cierto, Hoseok —le habló, el otro volteó a mirarlo —. Necesito que llegando traigas a más escoltas a la casa, quiero que todo este rodeado y custodiado, también que los chóferes y todos esten pendientes, pues seguramente Yoongi ocupará que le traigan equipo médico de su consultorio —empezó a dar explicaciones de lo que harían.
