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Alejandro||Boda

Boda con Alejandro.

•¡Felicidades! Te casarás con un vaquero apuesto, fuerte, valiente y simpático; uno de los mejores hombres que existen en el mundo. ¿Cómo te sientes? ¿Con nervios? ¡No te preocupes! Tu futuro esposo parece que también va a hiperventilar en cualquier momento.

•La noche previa al día de bodas, Alejandro está tan emocionado que no puede dormir pensando en ti, en que apenas salga la luz del sol y el tiempo comience a transcurrir, uno de los momentos más felices que podrá compartir contigo se llevará a cabo.

•Es tradición no encontrarse con la novia hasta estar en el altar, por lo que Ale se levantará con todas las ganas de verte. Para él han transcurrido más de diez años sin ti aunque sólo hayan sido unos días, muere al imaginarte en tu vestido, en lo hermosa que lucirás.

•Rudy es el padrino de bodas así como Skyler es la madrina, los puestos no se discuten. Cada uno de los recién mencionados está ayudando a su mejor amigo a prepararse junto con sus familias, por supuesto.

•La abuela anda armada, sabe que su nieto tiene mañas, así que es quien vigila la puerta; mejor guardaespaldas no pudieron conseguir. Tiene la peligrosa espátula rompe-potos en mano, lista para pegarle a los mirones que vienen a espiar; ni siquiera MacTavish se salvó de recibir un azote en su trasero cuando se acercó a preguntar por ti a pedido de Ale.

•Por fin han terminado contigo, el novio ya espera en la iglesia o salón donde se vayan a casar según sus creencias. Hay miles de pensamientos formándose en su cabeza a medida que los minutos transcurren y no te ve llegar todavía. ¿Te arrepentiste? ¿Dejaste de amarlo? ¿Y si no te gustó el lugar que escogieron para unirse en matrimonio? Rudy tiene que darle unas cuantas palmadas en la espalda para asegurarle de que todo estará bien.

•Sí, todo es perfecto cuando la música comienza a sonar, los invitados se ponen en pie y tú apareces por la entrada principal vestida como la reina maravillosa que eres. El mundo parece detenerse alrededor de Alejandro, se queda sin aliento en cuanto sus miradas cruzan y siente que el corazón le palpita sin parar mientras su estómago revolotea incesantemente.

•Dios, ¿en verdad serás su esposa? La ilusión crece desmedidamente en su alma al ver lo preciosa que eres, una mujer inteligente y extraordinaria que parece un delirio de perfección frente a sus ojos cristalizados; para Ale es imposible esbozar una sonrisa que es acompañada por el asomo de un par de lágrimas que debes limpiar en cuanto llegas a su lado y él toma tu mano sin querer soltarla.

•Confirmado: es el hombre más feliz del mundo en cuanto dices un sí y se besan para sellar su promesa de amor eterno, es más, hasta te abraza alzándote en sus brazos para profundizar el beso sin importar que la familia esté al frente.

•¡Hora de la fiesta! El vals es primero, así que no vayas a escapar tan pronto porque el vaquero te secuestrará a la pista quieras o no. Descuida, dulzura, si no sabes bailar él sabrá cómo guiarte sin la necesidad de ello, tú sólo mira sus ojos y te prometo que cualquier preocupación se desvanecerá.

•De antemano te aviso que serás robada por tu suegro, él no se quedará sin bailar con su preciada nuera.

•Parten el pastel juntos, Ale te da el primer bocado, haciéndolo como el típico avioncito que te hace reír a carcajada limpia. Eso es, sólo quiere verte feliz en este día y el resto de ellos, él luchará arduamente para que así sea.

•¿Has escuchado del famoso momento de quitar la liga? Pues aquí te va: serás sentada en una silla en medio del salón dónde Ale se arrodillará y alzará ligeramente la falda de tu vestido, deslizando traviesamente sus manos por tu pierna derecha para agarrar la liga en tu muslo que lanzará a los solterones; quién la consiga será el próximo a casarse.

•Pdt: le cae a Ghost en la cabeza pese a que no participó.

•También lanzarás tu ramo, claro que sí, eres la novia y tienes derecho a disfrutar de esta tradición. Las damas sin pareja se forman a tus espaldas, esperando atentas al lanzamiento. Cuando menos se lo esperan, ya lo has tirado y… le cae en las manos a la abuelita viuda de Ale, quien celebra victoriosamente yendo a reclamar a Simon como su prometido.

•El resto de la tarde pasa lleno de alegría, con tu ahora esposo fielmente pegado a tu lado brindándote toda su atención y amor. Espero que hayas gozado al máximo de tu día de bodas, no se repetirá dos veces porque Alejandro no te dejará ir, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe.