HC-Alejandro||Bailando

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Bailando con Alejandro.

•No creo en los estereotipos que nos suelen poner a los latinoamericanos, pero digamos que tienes la sangre caliente y que la fiesta te atrae como los zancudos a la sangre.

•¡Felicidades! ¡Fuiste invitada a la parrillada de la familia de Alejandro! Abuelita, tías y tíos, primos y hasta el perro. Puede que seas mexicana como él o puede que tú nacionalidad sea otra, el punto es que te quieren conocer.

•Al llegar descubres un ambiente familiar bastante cálido y animado. Ale te presenta con gran orgullo a su mamá y abuelita (las primordiales), quienes te dan una feliz bienvenida a su núcleo.

•Las tías no tardan en separarte de tu vaquero, quién es automáticamente enviado a prestar sus servicios en la parrilla. Te hacen miles de preguntas, desde cómo conociste a su sobrino, hasta si usas calzones rojos para atraer el amor; no te asustes, sólo te están probando aparte de que son viejas metiches.

•Para tu salvación, el suegro viene a rescatarte de esa pila de víboras. Te invita a una cerveza michelada que logra quitarte la tensión de causar una impresión adecuada y, además, hace chistes malos de papá para hacerte reír.

•No te percatadas de ello, pero Alejandro te ve de lejos, alegre de que te estés llevando bien con su familia.

•El suegro pronto es jalado de la oreja por descuidar la carne en el fuego, pero las primas no dudan en hacerte compañía. Ellas son más agradables, no te aturden. Por el contrario son quienes terminan de acoplarte, no hace falta recalcar que te dan más cerveza.

•Uno que otro está bailando, es entonces cuando uno de los tíos se aproxima a invitarte a bailar salsa. Aceptas por educación, porque el alcohol ya influyó coraje y porque te gusta zarandear el esqueleto.

•Alejandro está conversando cuando escucha porras escandalosas. Gira su atención para encontrarte gozando en el centro del patio con uno de sus tíos.

•¿Por qué no le dijiste que sabías bailar? Sus labios se entreabren, no puede evitar quedarse maravillado con la manera en que deslizas tus pies y meneas la cadera. Su padre tiene que chasquearle los dedos en la cara para traerlo de regreso a la realidad, pero sigue embobado.

•Esta oportunidad no la puede perder, tiene que bailar contigo sí o sí. Se disculpa con su papá y va directo hacia ti, robándote victoriosamente del agarre de su tío.

—No me habías mencionado que podías moverte así de bien, mi amor —te dijo, retomando el curso.

—Tampoco sabía que podías bailar, creí que tenías dos pies izquierdos.

—Escoge el ritmo que quieras, podríamos estar así hasta la noche —rio contigo.

•Rodea tu cintura pegándote a su cuerpo , disfrutando de la coordinación que tiene al guiarte. Se hace una nota mental de bailar algo más romántico contigo en privado, apuesta a que te encantará tanto como a él.

•Adora la manera en que ríes cada vez que te hace dar una vuelta, tus ojos se ven brillantes como estrellas, tan resplandecientes que no puede pensar en nada más que seguir haciéndote feliz por el resto de su vida.

•Los tíos le gritan alentándolo a que te dé un beso, por ello te hace rodear su cuello con tus brazos y te inclina, juntando sus labios con los tuyos en un beso suave que hace estallar los chiflidos de sus familiares.

•Ya eres parte de los Vargas.

CoD||HeadcanonsUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum