The Kayas (Versión en Español)

Déjaselo a Papá (segunda parte)

¡Hola chicos!

Aquí está la parte final de esta historia. Les haré saber de inmediato que es incluso más dulce que la primera, así que preparasen para una tormenta de ternura, bromas, romance y el amor de IlCey que tanto necesitamos 🤍

¿Llegará finalmente Ilgaz a la heladería esta vez? 😂 ¡Vamos a averiguarlo!

Gracias a todos de antemano por su amor y apoyo. ¡Ustedes son geniales!

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Los Kaya – Déjaselo a Papá (segunda parte)

"¡Papá!"

Ilgaz escuchó la palabra por centésima vez ese día.

"¿Sí, Balian?"

"Demir se llevó todos mis autos Hot Wheels", se quejó el niño, angustiado. "¡Y los escondió!"

Ilgaz respiró hondo y exhaló lentamente, tratando de mantener la compostura.

"¡Demir!" Ilgaz caminó hacia la sala de estar donde los niños habían estado jugando. "¡Ven aquí!"

El fiscal se pasó los dedos por el cabello, preparándose mentalmente para la siguiente ronda. Sus hijos estaban siendo particularmente difíciles esa tarde, discutiendo constantemente y molestándose unos a otros. El clima empeoró paulatinamente a medida que se acercaba el invierno, como quedó perfectamente ejemplificado en aquel frío sábado.

Después de cancelar sus citas el día anterior, Ceylin había ido a la oficina esa mañana, dejando a Ilgaz solo con sus cuatro mocosos.

El fiscal había pasado la mayor parte de la mañana con ellos afuera con la esperanza de que gastara la mayor parte de su energía jugando, pero después del almuerzo, una brisa fría convirtió el patio trasero en un lugar inhóspito, especialmente para los gemelos, que aún se estaban recuperando de un leve virus. Luego, el fiscal trató de entretenerlos dentro de la casa, pero parecía que mantener a los cuatro niños dentro de un espacio cerrado solo generaba más conflicto.

"No tomé nada, papá", Demir apenas podía ocultar su rostro mentiroso.

"¿Por qué ustedes dos están peleando tanto?" Ilgaz levantó una ceja con sospecha mientras miraba de Demir a Balian. Los gemelos estaban imposibles ese día "¿Que esta pasando?".

Un silencio inusual llenó el aire, incomodando a Ilgaz. Con sus agudos instintos, ya había captado cierta tensión entre los chicos. Ahora su presuposición se había vuelto descaradamente obvia.

"Ya no tienes que ocultarnos cosas, papá", Cetin miró a Ilgaz con una mirada acusadora como si estuviera profundamente decepcionado. "Ya sabemos toda la verdad", completó el chico en voz baja.

"¿Que verdad?" Ilgaz frunció el ceño, completamente confundido.

Estudió a los niños por separado, notando que Balian y Demir estaban a punto de empujarse. Cetin sostenía uno de los cuadros enmarcados que tenían en la sala de estar, lo que llamó la atención de Ilgaz. Por fin, la mirada del fiscal se posó en Evrim y todo finalmente tuvo sentido.

La serenidad serena de su hija mientras la niña se escondía detrás de un libro le dio a Ilgaz una pista de que ella había sido la responsable de crear ese caos.

"¿Qué les hiciste a tus hermanos, Evie?"

La niña levantó lentamente el rostro de detrás de las páginas y se encontró con la mirada inquisitiva de su padre, manteniendo un aire de inocencia que convencería a cualquiera.

A cualquiera menos a Ilgaz.

"¿Cómo es que nunca nos hablaste de tu hermano?" Cetin le mostró el retrato a Ilgaz, quien aún se preguntaba qué había hecho para que lo trataran como si hubiera cometido un crimen atroz.