Noches de invierno

Capítulo 9

Hoy era el dia de la cita...

Me sorprendí a mi misma al darme cuenta que estaba bastante emocionada la verdad, además de que estaba nerviosa y eso era porque no conocía en absoluto a Charlie. Hasta hubiera preferido, no sé, hablar por mensaje con él o algo de eso para saber más o menos por dónde arrancar. Lo único que sé de él es que tiene rizos rubios, ni siquiera sé cuantos años tiene, que es lo que le gusta o algo de eso. Se siente como si estuviera a punto de asistir a una cita a ciegas.

Ni hablar que no tuve mucho tiempo para prepararme mentalmente puesto que a Kaycee se le ocurrio avisarme esta mañana. Y es que tampoco se podría decir que me aviso porque me mando un mensaje preguntándome "¿Qué te vas a poner para la cita?" y yo quede como "¿Qué cita?" y ella "Oh, pensé que ya te había dicho"

Sí, quería matarla.

Así que acá estoy, sentada en mi cama, mirando fijamente el armario y pensando qué demonios me debería poner.

Porque el otro problema, que también me tenía bastante inquieta, era que no sabía que es lo que iba a hacer con este Charlie o a dónde íbamos a ir. Lo único que Kaycee me había dicho era que nos íbamos a encontrar los cuatro en su departamento -Kaycee, su cita, Charlie y yo- y ahí cada quien tomaba su camino porque no, no era una cita doble.

Sí, una organización bastante rara a decir verdad. Pero entendía que Kaycee quería pasar tiempo a solas con Rayan para conocerlo y no me molestaba que eso requiera que yo salga con Charlie.

Me sentía completamente inexperta en este área de la vida, podía contar con los dedos de las manos la cantidad de citas para conocer personas que tuve en toda mi vida. En realidad, con los dedos de una mano podía contarlas.

Muy deprimente, lo sé.

Mi excusa es que he pasado mas tiempo con la nariz metida en los libros y viviendo historias que no son mías que prestándole atención a los chicos y saliendo a citas.

¿Me arrepiento? Por supuesto que no. Es más, lo haría de nuevo. Aunque eso posiblemente signifique que me quede soltera por el resto de mi vida.

La última cita que había tenido fue hace como un año. Era con un chico que vivía en el mismo vecindario que yo y la que me había organizado la cita había sido Kaycee. Sí, a veces tiene esa extraña obsesion por organizarle citas a todas las personas que la rodean. Hasta lo hizo con Mike y no salio muy bien porque la chica tenia novio pero ni Mike ni Kaycee sabian eso. En su defensa, la chica nunca había dicho que tenía pareja.

Recuerdo que el chico con el que salí se llamaba Mauro, era lindo y la cita no había ido tan mal, salvo por el momento en el que él se emborracho tomando solo dos latas de cerveza pero fue perdonado porque él nunca tomaba alcohol. Es más, luego de esa cita había pensado en pedirle una segunda pero a la semana lo encontré con su ex novia metiéndose mano en un parque y teniendo una "conversación" muy acalorada. Por conversación me refiero a que prácticamente se estaban succionando el alma.

Ni siquiera me moleste en pedirle esa segunda cita, estaba segura de que él no iba a estar muy dispuesto a dármela.

Mi cuerpo temblo sintiendo un escalofrio recorrerme y erizarme la piel. Frunci mi ceño, mi habitación estaba demasiado fría considerando que tenia la calefacción alta.

O quizá era yo, que aún seguía con la toalla envuelta en mi cuerpo y el pelo mojado porque hace ya un rato me había bañado.

Estaba arriesgándome a que luzca como una esponja naranja, pero en este momento me parecía más importante escoger qué ponerme antes de que me entre la pereza y no tenga ganas de ir.