Noches de invierno

Capítulo 25

Bueno, este es el anteúltimo capítulo. Queda uno más y el epílogo  y ya se termina Noches de invierno 🥲

Aaron

Noto mi corazón latiendo descenfrenado y mis manos temblando mientras corro por los pasillos iluminados del hospital. Ni siquiera paré a darle explicaciones a la pobre chica que se encontraba en recepción recibiendo a las personas, sino que seguí las instrucciones de Seth subiendo por las escaleras para llegar al piso en el que se encontraba Liz.

Era como si estuviese en un transe, aun no podía creer lo que estaba sucediendo.

Ni siquiera recuerdo muy bien la llamada de Seth cuando estaba en la casa de los papas de Valentina. Lo poco que recuerdo es que yo le había dicho que no podía hablar en ese momento y él me dijo que algo le había pasado a Liz y que la estaba llevando al hospital.

Sentí que mi corazón se detuvo cuando lo oi decir esas palabras. Y el mundo se me  vino abajo cuando me explicó lo que había pasado.

Valentina le había disparado.

Le había disparado y había huído sabe Dios dónde.

Había intentado lastimar a Liz, a la persona que más quiero en el mundo, por esa maldita obsesion que tiene conmigo. Había lastimado a Liz por mi culpa. Si tan solo hubiera decidido actuar antes de tiempo respecto a lo de Valentina nada de esto hubiera sucedido y Liz no estaría en una maldita cirugía para sacarle la bala del hombro.

Veo a Seth al final del pasillo, sentado con los codos apoyados en sus rodillas y sus manos sujetando su rostro. Se pone de pie ni bien me ve. Me paro en seco al ver que su camiseta gris está manchada con sangre. 

El nudo que tengo en la garganta duele. Me gustaría decir que siento algo de alivio al verlo, pero no. La única forma en la que puedo sentir alivio es viendo a Liz y asegurándome de que está bien.

—Aaron.

—¿Cómo está ella? Dime que está bien, por favor —lo último lo digo en un susurro lastimero,  a estas alturas lo que menos me importa es suplicar.

—No sé, aun no ha salido de cirugía y tampoco me han dicho nada.

Paso las manos por mi pelo sintiendo como no pueden dejar de temblar y miro hacia todos lados en busca de algún médico pero no encuentro ninguno.

—Tienes que tranquilizarte, Aaron. Estas temblando —me pone una mano en el hombro obligándome a sentar.

—N-no puedo —niego pasando las manos por mi rostro. Mis ojos arden de contener las lágrimas—. Ella está ahí por mi culpa, Seth. Todo esto es mi culpa.

Tendría que estar disfrutando de nuestra cita y no dentro de un maldito quirofano.

—Eso no es verdad. Ninguno de nosotros podía saber que Valentina iba a ser capaz de hacer algo así.

Aun no puedo creer que haya hecho eso. No, no me entra en la cabeza que esté tan obsesionada conmigo a tal punto de intentar dañar a Liz. Y digo dañar porque no quiero ni pensar qué era realmente lo que quería hacerle. Si solo dispararle en el hombro o…

Se me forma un nudo en la garganta al pensar en esa posibilidad. Si a Liz le hubiera sucedido algo yo no sé cómo seguiría. Yo no querría vivir en ese piso sin Liz. No veía mi vida sin Liz en ella. 

—Va a estar bien, Aaron.

—¿Y si no quiere volver a hablarme?

Frunce su ceño, confundido.