Noches de invierno

Capítulo 12

Liz

Era hora de volver a la universidad. Estúpida y asquerosa universidad.

Bueno, la universidad no tenía la culpa de que no me guste lo que este estudiando, pero de todas formas era estúpida y torturosa. Quiero disfrutar de mi juventud, no encerrarme en mi habitación hasta en los fines de semana a estudiar algo que no me gusta por horas y horas.

Si hubiera comenzado un canal de youtube a los doce años posiblemente ahora sería millonaria y me evitaría esto de ir a la universidad para tener trabajo en un futuro y poder mantenerme.

Pero no lo hice.

Desde chica que no tomo buenas decisiones.

O podría haber empezado a escribir desde más chica en algún foro en internet y ahora quizá sería una escritora reconocida. Pero tampoco lo hice, todo lo contrario, creo que a diferencia de muchas autoras, demasiado tarde descubrí mi amor por la escritura y eso me hacia sentir como si me hubiese atrasado en esto.

En fin, había faltado una semana a la universidad por haber escogido quedarme a escribir en el piso y aunque quisiera seguir con esa rutina, no podía seguir faltando.

Lamentablemente.

Y también era porque de una forma u otra, mis papas se enterarían y me echarían la bronca del año. Porque para eso si que me hablaban, para retarme o decirme lo muy desilucionados que estaban conmigo.

Así que aquí estaba, en la silenciosa biblioteca de la universidad con la cabeza metida en un libro, intentando entender los elementos del derecho penal.

Lo único que entendía de todo esto era que si terminaba dedicandome al derecho penal posiblemente mande a todos mis clientes a la pena de muerte.

Lo siento futuros clientes.

Aunque creo que sería más como una abogada miserable trabajando en un despacho con solo un mes de vacaciones pero todas formas sin poder irme a las playas del caribe porque mi sueldo no me alcanzaría ni para pagar los gastos del mes.

Sí, creo que esa imagen es la que más pega conmigo.

Miserable pero sexi abogada.

Oh sí, siempre sexi. Aunque sea pobre voy a ser sexi.

Frunzo mi ceño mientras tomo apuntes en mi laptop, apuntes que poco entiendo pero que ya llevo unos cuantos y dudo que un video de Youtube me sea de ayuda respecto a esto.

Mi estómago vuelve a rugir como por quinta vez y me maldigo internamente por no haberme traido algo para almorzar. Estoy aca desde las once y media de la mañana y ya son las tres y media. No comía nada desde el desayuno.

Diablos, debería haber saboreado más esa donuts.

La verdad es que no iba llevando tan mal esto del estudio, eh. Le iba agarrando la mano de a poco pero, de todas maneras, lo estaba intentando e iba entendiendo bastantes cosas. Considerando que no prestaba mucha atención a las clases.

¿El problema?

Que era una tortura sentarme a estudiar o hacer mi tarea, sentía que no se me pasaban más las horas y que me cansaba mentalmente al intentar aprenderme algo que no me gustaba. Odiaba el momento en que me sentaba a estudiar y cada minuto de el.

Sí, hacer una carrera que no te gusta es de verdad una mierda. Y lo peor de todo es pensar que me quedan unos cuantos años más por delante, unos cuantos años más para sentirme igual de infeliz como me siento ahora.

En un principio, pensé que llegaría a gustarme estudiar derecho. A pesar de que nunca la había tomado como una opción porque nunca me había llamado la atención y además veía a mis papas trabajar de eso y no me gustaba cómo era su día a día, de todas formas creí que quizá le agarraba el gusto y terminaba amándolo.