Capítulo 10

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Aaron

Siento la mirada del idiota de Seth puesta en mi perfil. Aun no entendia cómo este imbécil se había ganado el título de mi mejor amigo.

Suspiro y volteo a verlo. Está con una sonrisita estúpida en sus labios que me dan ganas de borrársela de un almohadonazo.

—¿Cómo le estará yendo a Liz en la cita?

Aprieto mi mandibula intentando no recordar que a la tonta de Liz se le dio por salir con alguien que no conocía.

Es que, ¿cómo se le iba a ocurrir hacer eso? ¿Soy el único al que no le parece una buena idea? Y no son celos, claro que no, creo que es preocupación.

Sí, es eso, peocupación.

Mierda, ¿y yo desde cuando me preocupo por las cosas que hace Liz? No tendría ni por qué interesarme pero aquí estoy, sin poder dejar de pensar en que ella está en una cita.

Estúpida Liz.

—No sé y no me interesa —espeto centrando la vista de nuevo en la cursi película que eligió Seth para mirar.

Dios, damos lastima. Es un sábado por la noche y estámos mirando una tonta película romántica en el sillón de mi casa mientras comemos pizza y tomamos cerveza.

La sonrisa de Seth se vuelve más amplia al darse cuenta de mi mal humor.

Ni siquiera sé por qué estoy de mal humor, porque por Liz no es. Claro que no.

—Pero a mí sí.

Ruedo los ojos. Ya entiendo porque él y Liz se llevan tan bien; son igual de pesados.

A no ser que a Liz le guste Seth.

No se supone que eso me interese, pero me da curiosidad ver que en tan poco tiempo ella y Seth comenzaron a llevarse muy bien, sin mencionar el hecho de que Seth tiene su número de teléfono y ella el de él.

No es que crea que esta mal pero el pensamiento de ellos dos juntos me deja un sabor amargo en la boca. Ni siquiera puedo imaginarlo. Resulta un poco angustiante.

-—Pues mandale un mensaje, tienes su número de teléfono —agrego lo último casi con hastio y me maldigo internamente al ver la sonrisa comemierda de Seth.

Idiota.

—No creo que sea buena idea —dice, fingiendo estar pensativo—. Mira si están en la mejor parte de la noche y yo los interrumpo con un mensaje.

En la mejor parte de la noche. Ni siquiera quiero pensar a qué se refiere.

Le doy un trago a mi cerveza, intentando pensar en otra cosa que no sea en Liz y el chico con el que está en esa cita.

—Espera a que llegue y después le preguntas.

—Hay que tener en cuenta que quizá no llegue y se quede a dormir en casa del chico.

Suspiro frustrado, intentando no pensar en eso ¿Debería mandarle un mensaje a Liz para preguntarle si va a dormir en el piso? Aunque ella tiene su llave y yo no tendría por qué esperarla despierto, después de todo es su vida y puede hacer lo que quiera con ella.

Pero no creo que sea capaz de quedarse a dormir en casa de alguien que no ha visto más de una vez en su vida, ¿no?

Ella vino a vivir contigo sin siquiera conocerte.

Paso la mano por mi cabello, frustrado, y miro a Seth.

—¿Por qué tienes tantas ganas de hablar de Liz? —espeto deseando urgentemente cambiar de tema.

Noches de inviernoWhere stories live. Discover now