Capitulo 5

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No tenía ánimos de nada, no pegue un ojo en toda la noche, después de que Joanne me dejó en mi casa, me la pase pintando en la sala de arte qué hay en una de las habitaciones de tercer piso de mi casa, volver a ver a Darren es volver a ver a la Skylar de 16 años.

Darren fue mi novio durante un año, el peor año de mi vida.

Logramos salir sin que Blake ni mi hermano nos vieran, así que no tengo que darles explicaciones de nada.

—¿Sky? —me sacan de mis pensamientos y pongo atención.

Seth está frente a mi y frunzo el ceño, miro a todos lados y las personas en la cafetería nos miran, no tiene a todo su grupito detrás y menos a Blake, que no quiero ni verlo.

—¿Si?

—Te veo distraída y no comes nada.

Veo el plato y después veo a Joanne que también parece no haber dormido bien.

—Estoy bien, no tengo hambre.

—No desayunaste nada, debes de comer.

—Lo se, solo que no tengo hambre.

—Prométeme que vas a comer, no importa si es entre clases.

—Si, te lo prometo.

Besa mi frente y se da la vuelta para irse.

—¿Por qué no le cuentas?

—Porque él no sabe que estuve con Darren, nadie lo sabe, más que tú.

El tema de Darren Hamilton me da dolor de cabeza, con el simple hecho de la mención de su nombre me irrita y me arruina el día.

Me levanto y dejo la bandeja con la comida en las encimeras de la cafetería, Joanne y yo salimos y caminamos por los pasillos.

—¿Por qué no dormiste? —le pregunto.

—Digamos que cuando llegue a casa mis padres seguían despiertos y me puse a beber con ellos y cuando quise ir a dormir mi alarma sonó y tuve que ducharme.

—¿Sigues teniendo alcohol en tu sistema?

—Un poco si.

Sonrío y entramos a la clase de leguas externas.

El profesor todavía no llegaba, así que entramos y nos sentamos en la segunda fila, empieza a llegar más personas a la clase y después empiezan a entrar los jugadores del equipo de soccer.

—Venimos a invitarlos al partido de mañana a las 7:00 pm.

—¿Contra quien van?

—Royalty.

—Como representante de esta clase, todos iremos. —menciona una chica sonriéndole a mi hermano.

Ruedo los ojos y me recargo en la silla.

—Siempre quiere llamar su atención. —se queja, Joanne.

—Lo se, es irritante. —susurro.

Los del equipo salen, el profesor entra y me preparo mentalmente para aprender otro idioma.

Joanne y yo estamos que nos caemos de sueño, fue mala idea sentarnos adelante, la voz de este profesor te hace querer dormirte, giro mi cabeza y no somos las únicas así, muchos tienen los ojos más cerrados que abiertos y otros de plano si están con los ojos cerrados y con la cabeza en la mesa.

—Lamont, pase a estructurar esa frase.

Joanne se levanta y frunce el ceño.

—Su francés está mal.

Inexplicable atracción Where stories live. Discover now