X. Lo acepto, tú ganas.

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Lo acepto, tú ganas.
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Al otro día despertó desorientado, no sabía dónde estaba hasta que lo golpeó el conocimiento de la nada. Verdad, estaba en el futuro e iba a comprometer toda su vida por la convicción de tener una vida feliz y sin arrepentimientos, que flojera.

A su lado derecho estaba su yo mayor y al lado izquierdo estaba Naruto, era una posición extraña, la pareja adulta parecían estar tratando de dormir acurrucados y abrazados entre sí, el problema es que estaba acostado en el medio, eso ocasionó que lo abrazaran a él. Miró por la ventana, probablemente eran las 6 o las 7 de la mañana. Hora de levantarse.

Sin importarle la comodidad de ambos adultos deshizo los abrazos que lo tenían atrapado sin delicadezas y salió de la cama. Instantáneamente Naruto se acomodó cerca de Sasuke y lo abrazó por la espalda, parecía que tenían una gran memoria muscular.

Fue al closet y sacó la ropa que necesitaría para ir a entrenar, desde que supo toda la verdad ya no se comportaba con el extremo cuidado que se tenía al estar en casa ajena, esta era su casa y esa era su ropa.

Salió del closet con su ropa en la mano y fue a ducharse, una vez vestido salió de la habitación, apenas abrió la puerta escuchó unos ronquidos horribles, no supo cuál de sus dos hijos tenía problemas para respirar al dormir pero le deseó buena suerte para cuando fuera grande.

Bajó a la cocina y se preparó algo ligero de comer, terminó y lavó lo que había utilizado. Era hora de buscar el campo de entrenamiento.

Ya conocía más o menos bien la casa así que simplemente evadió los lugares como el comedor, los baños, la entrada, etc. fue al jardín.

Merodeó y buscó la señal de algo remotamente extraño, no encontró nada. Se sentó como indio en el suelo y expandió sus sentidos de sensor, sintió chakra bajo el suelo, debajo de la casita de juegos de los niños.

Se acercó y trató de buscar algún botón que le mostrara el campo de entrenamiento, se metió de bajo de la casita y encontró un cuadrado sospechoso.

— Bingo...

Lo presionó y se abrió el suelo dejando ver unas escaleras. ¿Un campo de entrenamiento bajo tierra? Que excéntrico, seguro fue idea de Naruto.

Bajó por las escalera y cuando llegó al final se cerró la apertura que estaba en el pasto. Se encendieron un montón de luces, parecía de día y escuchó una voz.

— Bienvenido. ¿Qué desea entrenar hoy? — dijo una voz desde ninguna parte en especial.

Sasuke se alertó — ¡¿Quién eres?! Muéstrate.

— Yo soy tú asistente de entrenamiento, no me puedes ver a menos que estemos en un combate de entrenamiento programado. Soy una tecnología artificial que fue creada con el único propósito de servir a esta familia — era una voz extraña, se sentía falsa.

Debe ser un invento de esos del futuro, si esto estaba aquí era porque es controlado por Naruto y por Sasuke así que no debe ser nada malo.

— ¿Qué desea entrenar hoy? — volvió a preguntar.

— Vengo a hacer entrenamiento, el que siempre hago.

Sasuke, ¿viajaste al futuro? [NaruSasu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora