XX. Como un agujero negro.

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Como un agujero negro.
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— ¡Kakashi-Sensei!

— ¿Qué pasó ahora, Naruto? —preguntó con fastidio, ya quería irse a su casa a leer tranquilo.

Al ver la expresión de su maestro se abstuvo de invitar a su Sensei a comer.
— Eh... Nada 'ttebayo. Que tenga un buen día —dio una de sus típicas sonrisas y se fue a su departamento, caminando con las manos detrás de la nuca. Mantuvo su sonrisa durante todo el camino y la desarmó apenas cerró la puerta de su departamento.

Sin ganas se tiró en su cama y lágrimas cayeron por su cara. Hoy había sido un mal día, hace un tiempo había vuelto a la aldea de su entrenamiento con Ero-Sennin, todo había sido muy agradable en su viaje, ahora podía decir que su maestro era casi como un abuelo.

Pero desde que llegaron a la aldea todo había ido en declive, la felicidad real que había logrado alcanzar fuera de esa tóxica aldea, se iba esfumando.

No quería llorar, enserio no quería llorar, pero se sentía solo, igual que cuando era niño. Se sentía indefenso.

Cubrió su cara con su brazo, no podía aguantar las lagrimas, al menos se lo escondería al mundo. Nadie debía ver sus lágrimas. Nadie podía saber qué esa sonrisa que ponía, era falsa.

Tocaron la puerta del departamento.

— ¡Naruto!, ¡traje ramen!

Era la voz de Iruka-sensei. Se levantó de su cama y se paró frente al espejo. Hizo muecas para destensar su cara y sonrió, su sonrisa prefabricada funcionaba con todos.

— ¡Iruka-Sensei! Pase 'ttebayo.

— Naruto, que bueno que tienes tu departamento ordenado, pensaba ayudarte con la limpieza —dejó las bolsas en la encimera.

Se rascó la nuca nervioso, no le gustaba que lo juzgaran por eso — ¿Vio?, ya no soy el mismo de antes 'ttebayo. He mejorado —puso su mejor sonrisa. Aunque no le gustara que le dijeran esas cosas, nunca se quejaría.

— Eso veo... —sonrió nostálgico.

— Bueno, ¿vamos a comer o no 'ttebayo? ¡Muero de hambre! —se acercó a la cocina y calentó agua.

— Oh, Naruto, no es necesario que calientes agua. Acabo de comprar el ramen en Ichiraku, viene listo.

Sonrió. Su maestro era su maestro, por más que dijera cosas hirientes sin darse cuenta, seguía siendo la mejor persona que tenía en esos momentos.

Se sentaron a comer.

— ¿Cómo te fue hoy Naruto?, ¿qué hiciste en tu entrenamiento? —comía a sorbetes los fideos.

— Nada increíble, lo mismo de siempre. Entrenamiento en equipo y después a nuestras casas...

— Ya veo... Podrías hacer tu propia rutina de entrenamiento. Jiraiya-sama de seguro te debió haber entregado una personalizada, ¿por qué no te consigues un campo de entrenamiento? Ahí podrías entrenar todo lo que quieras sin tener que estar con tu equipo. Yo te puedo ayudar a conseguir un lugar —Naruto ya había terminado de comer. Pensó, era una buena idea, en los entrenamientos de equipo no hacían mucho y se comenzaba a aburrir.

Sasuke, ¿viajaste al futuro? [NaruSasu]Where stories live. Discover now