Sasuke, ¿viajaste al futuro? [NaruSasu]

XIX. Verde y rojo, quitaste el cerrojo.

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Verde y rojo, quitaste el cerrojo.
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Terminó de ordenar los pergaminos y regresó a su habitación, estaba en la guarida de los recuerdos, en este mismo lugar se había dado su reencuentro con Naruto después de 3 años. Recordaba vívidamente ese día, la mirada del rubio... Lo miraba con añoranza y él de tonto no le dio importancia.

Dejó lo que estaba haciendo por la entrada del ayudante del Sannin.

— Sasuke, prepárate. Orochimaru-sama quiere verte — Kabuto había hecho su aparición. Tan rápido como llegó, se fue.

Suspiró, "Todo sea por una buena vida" pensó. Terminó de hacer su cama y tomó su espada, la escondió entre sus ropas por si acaso y fue en busca de su maestro.

Caminar por la guarida era silencioso, el simple sonido de los pasos se escuchaba como algo peligroso, las sombras eran motivos para estar alerta, en ese lugar no se podía ni dormir tranquilo.

— Me mandaste a llamar, ¿qué quieres? — debía actuar con genuino disgusto hacia Orochimaru, por más que le fuera a ayudar a tener a sus hijos

— Kukuku, Sasuke-kun, ¿cómo has estado? — se relamió los labios.

— Dime para qué me llamaste.

— Sasuke-kun, no seas así, cariño — Sasuke no dio el brazo a torcer — No me dejas de otra... — suspiró — Es hora de tu entrenamiento, necesito ver tu crecimiento general. Acompáñame.

Detrás del asiento de Orochimaru las murallas se abrieron como puertas, daba al exterior. Llevaba varios días sin ver luz solar así que se sintió sensible al ser bañado por la luz del mediodía.

Orochimaru chifló y por lo menos 100 de sus subordinados saltaron en frente de ellos, cada uno haciendo una reverencia.

— Hoy se sacrificarán por el bien de mi alumno, darán sus vidas en esta batalla — cada ninja asintió, seguros de si mismos, se pusieron de pie y esperaron la señal.

Orochimaru salto lejos de lo que próximamente sería un campo bañado en sangre — Comiencen.

Todos los ninjas saltaron contra Sasuke, un tumulto de gente unida y armada. Nadie de ellos sabía por lo que había pasado Sasuke, nadie de ellos sabía de su vida, de su entrenamiento, de sus sentimientos... Aún así lucharon, ¿que otra razón necesitaban? Su salvador se los ordenaba, con gusto lucharían, era su vida de ninjas.

Más que una masacre, fue un baile. Sasuke ni siquiera necesito jutsus. Los cuerpos se acomodaban en una montaña.

Orochimaru estaba extasiado con la vista. — Maravilloso, Sasuke, maravilloso —
esos ojos... los tendría a cualquier costo. Con una espada y dos Sharingan podías parecer invencible.

— He terminado. Volveré a mi habitación.

Orochimaru lo dejó ir.
— ¿Qué te parecío, Kabuto? — el otro joven, Kabuto, había visto todo a escondidas, no contó con que su maestro se fuera a dar cuenta. Salió de su escondite.

— Orochimaru-sama... — se reverenció.

— Vamos, dime.