❝UN DÍA JUNTOS❞
La peliblanca comenzó a despertar, trató de abrir sus ojos hasta después de unos segundos lo consiguió. Miró a su alrededor y se sintió confundida al no saber cómo había aparecido en la cama de Roan, porque según ella se había quedado dormida en el suelo.
Solto un bostezo, y bajo uno de sus pies al suelo. Frunció el ceño sintiendo un movimiento extraño cuando toco el suelo.
—Te agradecería si sacaras tu pie de mi cara—inmediatamente se percato de que su pie estaba sobre el rostro de Roan y lo subió rápidamente a la cama.
—¡Lo siento!—se disculpó rápidamente—No sabía que estabas hay.
—No te preocupes—solto un bostezo—Buenos Días, Lyanna—sonrió.
—Buenos Días, Roan—se sentó, para luego estirar su cuerpo.
—¿Dormiste bien?—pregunto el moreno mientras se levantaba.
—Pues si, pero yo que recuerde estaba durmiendo en el suelo ¿por que estoy aquí?—señaló la cama.
—No se—se encogió de hombros—Quizás eres sonámbula o algo así.
Claramente le estaba mintiendo, ya que el la había dejado en la cama cuando por fin se había dormido, ya que mientras estuviera despierta ella se negaría a ocupar su cama.
—Ve a lavarte la cara, te ves horrible—comentó el moreno.
Lyanna tenía su cabello blanco muy desordenado y algo de baba en su mejilla.
—Bien—se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta—Tú también tienes baba—dijo antes de salir de la habitación.
Fue hacia el baño, y comenzó a alistarse mientras que Roan ordenaba la habitación, no había podido dormir bien debido a que Lyanna hablaba dormida, estuvo durante horas intentando saber lo que decía pero no le entendía, era como si hablara en otra lengua.
Debía empezar a investigar más sobre ese Clan si quería criarla y entenderla. Iba a dar su mayor esfuerzo por ver a Lyanna feliz.
Salio de la habitación y fue hacia la cocina encontrándose con la ojiazul, ella estaba ¿cocinando?