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❝INVIERNO❞
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El tiempo paso, las estaciones del año igual, y finalmente el invierno había llegado. Con su manto blanco cubriendo todo a su paso, el mundo parecía un lienzo en blanco esperando ser pintado. Los pequeños copos caían suavemente, decorando los árboles y techos con su presencia. El invierno mostraba su majestuosidad.
En estos momentos, la belleza del invierno se manifestaba en todo su esplendor. Todo estaba tranquilo, todo estaba en paz. Todo era tan...
—¡Roan, Bastardo. Recién acabo de limpiar eso!
—¿Y a mi que?
—¡Podrías dejar de ser tan mugriento!
—El único mugriento aquí, eres tú. Vagabundo de Porquería.
—Eres tan odioso.
—Lo sé.
El hombre con tatuajes en su piel simplemente solto un suspiro de frustración, sintiendo que no podía lidiar con él. Era como tratar de domar a una bestia salvaje. Su actitud desafiante y su personalidad indomable, era un desafío constante todos los días. Mucho más cuando la pequeña ojiazul no estaba cerca, como en este caso.
—Limpia eso y déjalo como estaba.
—Hazlo tú, Vagabundo.
Volvió a suspirar tocando el puente de su nariz tratando de mantener la calma. Tal vez era su espíritu indomable, su rebeldía innata, o simplemente su naturaleza impredecible. Pero lo que era cierto era que, a pesar de todas sus peleas y discusiones, había algo en Roan que hacía imposible ignorarlo.
Por supuesto, sumando el hecho de que ambos estaban empezando a convivir juntos. Ya que ese fue parte del trato. Desmond se había instalado en la casa de Lyanna y Roan.
Para la pequeña no fue un problema, si le sorprendió al principio ya que creía que Roan no toleraba a Desmond -no lo hace- Pero vio esta como una oportunidad de que ellos se llevaran bien, ya que a ella le agradaba Desmond.
