Cap 6: ¿Cómo era Optimus?

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Renee

─Renee ya estoy aquí ─dijo golpeando ligeramente la puerta y le abrí casi al instante.

─Venga pasa, rápido ─le cogí del antebrazo metiéndole a la casa.

─¿Sabes donde esta Bumblebee? No le he visto fuera ─preguntó sentándose en el sofá cruzándose de piernas y pasando el brazo izquierdo por encima del respaldo del asiento con total tranquilidad.

─Esta en una colina algo lejos de la ciudad viendo el atardecer, ¿por qué?

─Como suelo verle fuera en el patio pues se me hizo raro el no verle ahí sinceramente.

─A veces Bumblebee también necesita estar solo y alejarse del mundo para poder pensar en sus cosas.

─Podemos ir a verle.

─Ryu pronto va a oscurecer.

─No si nos damos prisa, puedo llamar a Nuri para que nos lleve en su camioneta a la colina.

─Vendió la camioneta hace mucho mucho tiempo.

─Entonces ¿cómo vamos?

─Llama a Cadmon, seguro que él nos podrá llevar en su coche.

─Está trabajando ahora mismo, pero la que no esta trabajando es Blevine.

─Pues llámala venga ─hizo lo que le dije y al cabo de 5, 10 minutos llego con su hermana menor Aysel en el asiento detrás del conductor quién no tenía gran interés en nosotros.

─Bueno, ¿a donde os llevo?

─A la colina más alta y alejada de la ciudad ─dije entrando al vehículo en el asiento del copiloto mientras que Ryu se puso detrás de mí.

─¿A la que solíamos ir de fiesta cuando éramos adolescentes con los demás? ─preguntó con una sonrisa iluminándole la cara.

─Esa misma ─sin decir nada más que decir empezamos nuestro trayecto.

─¿Qué tal esta Cordelia? ─Cordelia era la hermana mayor de las tres y la que más trabajaba de las tres.

─Bueno pues bien dentro de lo que cabe, esta harta de sus compañeros de trabajo incluso de su jefe.

─Normal, si tiene unos compañeros y un jefe de mierda.

─¿Buscáis a alguien en aquella colina?

─A un amigo.

─¿Podemos conocerle?

─Bueno, recomendamos que os quedéis algo alejadas sobre todo para que no os asustéis.

─De acuerdo, no vamos a contradeciros en eso ─cuando llegamos a la base de la colina Ryu y yo bajamos del coche corriendo a la cima para encontrarnos con Bee viendo los últimos rayos de sol yéndose por el horizonte dejando colores azules y violetas.

─Bee, ¿te encuentras algo mejor?

─Bueno, algo mejor me siento, pero hay algo que aún me comprime el pecho.

─¿Qué es Bumblebee? ¿Sabrías explicarlo?

─Es como si tuviera la necesidad de hablar con alguien sobre algo importante para mí.

─¿Qué es? Cuéntanos.

─Es sobre Optimus.

─¿Qué ocurre con Optimus?

─Aparte de eso, mi pregunta ahora es, ¿cómo era Optimus? Me contaste muy poco sobre él ─dijo Ryu alternando su mirada entre nosotros.

─Optimus era un gran guerrero, siempre se ponía el primero para atacar y poder ponernos a todos a salvo, él era un gran líder nuestra seguridad era una de sus mayores prioridades, rendía un homenaje a los caídos en combate y que no vuelva me preocupa.

─¿Eso era lo que querías soltar? ¿Eso era lo que te oprimía el pecho? ─Bumblebee asintió ligeramente, suspiró y se transformo en su forma automóvil.

─Bien, supongo que ya es hora de irse a casa ─ambos entramos al vehículo bajando a donde estaban las hermanas hablando apoyadas sobre el capo del coche.

─Vaya, pedazo coche, un Camaro ¿verdad? ─dijo acercándose al coche pasando una mano por el capo con total admiración.

─Sí, Ryu me lo regaló porque sabía que quería un coche desde que me saque el carnet de conducir.

─Se ve que Ryu te consiente demasiado.

─No debería en verdad, pero como Renee me lo pidió con mucho entusiasmo no pude evitarlo y tuve que hacerlo como buen amigo que soy.

─Los encantos de una chica no se pueden evitar nunca.

─Lograre vencer los encantos de Renee.

─Suerte con eso.

─Bueno vámonos yendo que ya se ha hecho de noche, muy cerrada a mi parecer y tenemos que volver a casa ─los tres asentimos y cada par se fue en un vehículo; cuando llegamos a la ciudad las hermanas se adelantaron no sin antes despedirse de nosotros.

─Bien ─dijo arrastrando las sílabas en un largo suspiro─. ¿Será que Bumblebee se mostrará amable y me llevará a mi casa?

─¿Que dices Bee? ¿Le llevamos a su casa o que se vaya él andando?

─Bueno, desde mi punto de vista, podríamos llevarle a su casa, yo no tengo problema con ello.

─Bien, pues que así sea.

─Muchas gracias Bee, que Cybertron este contigo ─que Ryu haya mencionado el planeta de Bumblebee de una manera de apoyo cogió al autobot por sorpresa, desde su caída solo se mencionaba ese planeta de forma despectiva por parte de los Decepticons y de forma nostálgica por parte de los autobots; Bee no comentó nada al respecto pero se notaba que se sentía meramente agradecido con Ryu por no mencionar a su planeta de forma despectiva como hacían los Decepticons, tomó rumbo a casa del muchacho dejándole en la puerta de su complejo de apartamentos─. Gracias Bee ─entró al complejo y nos fuimos a la pequeña casa que tenía algo más allá, quizá un par de calles más allá, incluso tres; cuando llegamos lo único en lo que pensaba era en tener una cena ligera e irme a la cama.

─Bueno Bumblebee ─dije saliendo del vehículo viendo como cambiaba de forma poniéndose a mi altura─. Espero que hayas podido despejar un poco la mente.

─Y lo he hecho, realmente lo necesitaba.

─Todos en algún momento necesitamos despejarnos y aislarnos del mundo entero, incluida yo aquí donde me ves tan, sonriente y tan alegre he tenido mis momentos bajos y de no querer hablar con nadie, aislarme del mundo entero y de que nadie me hablara es algo natural, no tienes porque apenarte por ello ─la radio hizo una especie de estática que interpreté como entendimiento.

─Gracias por entenderme.

─Claro que te voy a entender, todos podemos tener sentimientos incluso alguien como tú Bee, aunque vengas de otro planeta y seas de otra forma, también mereces el hecho de tener sentimientos como los tiene un humano como yo ─quise abrazarlo con todas mis fuerzas pero el sentido común me decía que no lo hiciera por obvias razones─. Ahora hay que descansar Bee, necesitas recargar las baterías al igual que yo, ambos necesitamos recargarnos de alguna manera ─Bumblebee se transformo de nuevo en su forma de vehículo a lo que sonreí dirigiéndome a la puerta de la casa, me giré para verle con los faros encendidos─. Venga Bee a dormir ─dicho eso, apagó los faros y de una vez por todas entre a la vivienda.

La mano derecha de PrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora