Cap 54: me tienes harta

10 0 0
                                    

Renee

─Vamos Ryu, tenemos que irnos, venga ─dije desde afuera de su casa apoyándome en la pared de esta con los brazos cruzados mirando al césped. Luego de un par de minutos Ryu salió de su casa con una bolsa de deportes cruzándole el pecho.

─Ahora sí, vámonos ─se recolocó la bolsa y justo antes de que saliéramos del área de su casa un Mercedes-AMG GT R de color negro con algunos detalles rojizos se detuvo delante de nosotros abriendo las puertas de golpe para que subiéramos, Ryu me miró un momento antes de hablar─ ¿deberíamos?

─Supongo que sí, no nos queda más remedio ¿no? ─una vez entramos al vehículo, cerró las puertas con otro golpe poniendo los seguros mientras nos abrochaba los cinturones con rapidez y pisó el acelerador haciendo que ambos nos echáramos hacia atrás por la inercia mientras nos llevaba por las calles de Nueva York alumbradas por las farolas debido a la noche que era, una noche oscura y cerrada.

─¿Qué coño? ─la voz de Ryu era casi un susurro debido a la velocidad a la que íbamos con la suerte de no chocarnos con ningún otro vehículo en nuestro camino. Luego de unos minutos quizá media hora de camino llegamos a una especie de casa bastante rústica, ahí en medio del campo, desabrochó los cinturones y quitó los seguros de las puertas para que pudiéramos salir cosa que así hicimos viendo la casa con detenimiento mientras nos acercábamos lentamente mirando alrededor, todo era campo, se notaba que estaba lo suficientemente lejos de cualquier atisbo de alguna ciudad cercana─ ¿Acaso nos ha traído a una casa abandonada?

─No creo que un autobot nos haya traído a una casa abandonada ─dije acercándome a la casa con Ryu siguiéndome a unos pocos metros detrás de mí. Cuando llegamos al porche miré por una de las ventanas algo roñosas intentando ver si había algo o alguien dentro de esta.

─Renee ¿se puede ver algo? ─preguntó Ryu poniéndose a mi lado colocando el brazo izquierdo alrededor de mi cintura.

─No te creas, parece que no hay nada o nadie dentro ─comenté en un suspiro.

─Chicos ¿qué hacéis aquí? ─la voz de Cade hizo que nos giráramos hacia él viéndole con una caja llena de cosas.

─No lo sabemos exactamente ─dijo Ryu acercándome a él─ al parecer uno de los autobots nos ha traído aquí ─nada más decir eso el coche se transformó dejándonos ver a Drift.

─¿Entonces has sido tú quién ha tenido la brillante idea de traernos aquí? ─pregunté claramente enfadada con Drift mientras me acercaba a él.

─No ha sido él, he sido yo ─la voz de Izabella hizo que toda nuestra atención recayera sobre ella quién estaba apoyada contra la casa con Sqweeks a su lado derecho─ fui yo quién le dijo a Drift que os trajera aquí ─agachó la cabeza ligeramente como arrepentida.

─¿Por qué Izabella? Simplemente ¿por qué? ─preguntó Ryu apoyándose en el barandal que rodeaba la parte frontal de la casa mientras Cade entraba a dicho edificio y dejaba la caja a saber donde.

─Quería hablar con vosotros y...enseñaros algo también ─se separó de la casa yéndose detrás de esta por lo que miré a Ryu quién bajó las escaleritas acercándose a mí cogiéndome de la mano tirando de mi persona yendo a la parte trasera de la casa viendo a Optimus tendido sobre la hierba medio agonizando y respirando con dificultad─ llegó a la Tierra malherido y lo primero que hizo fue venir aquí, intente ayudarle pero como veis, aún me quedan demasiadas cosas por aprender sobre robótica.

─¿Cade sabe de esto? ─pregunté mirándola momentáneamente mientras me acercaba a la parte superior de Optimus acuclillándome para intentar encontrar el problema.

─No, la mayor parte del tiempo se lo pasa fuera haciendo a saber que, tampoco es que me importe mucho la verdad ─al verme intentando buscar el problema que tenía a Optimus en ese estado se acercó a la misma altura a la que estaba yo─ al parecer tiene un problema en el área del pecho, algo de dentro ha de estar causándole ese inmenso dolor, quizá algo se ha de haber roto cuando cayó estrepitosamente en la Tierra.

─Si es el área del pecho mínimo tiene que tener un botón lo suficientemente bien escondido para poder abrir las compuertas de dicha área ─hice caso a Ryu y empecé a tantear la parte de los hombros y las clavículas en busca de algún botón lo suficientemente grande para pulsarlo y abrir las compuertas del pecho de Optimus. Luego de un par de minutos quizá tres encontré un botón en el hueco que unía el cuello con el hombro izquierdo de Optimus el cual apreté haciendo que su pecho se abriera.

─Ryu eres un genio ─dije sin mirarle pero sabía con certeza que mi comentario le hizo sonreír ampliamente─ oye Izabella ¿de casualidad tendrías una caja de herramientas cerca?

─Sí claro ─se fue corriendo a un cobertizo que no quedaba muy lejos de la casa que al parecer pertenecía a Cade y en donde Izabella ahora vivía. Después de unos pocos minutos vimos como Izabella llegaba con una gran caja de herramientas mientras jadeaba algo exhausta, Ryu la ayudó cogiendo la caja dejándola cerca mía.

─Bien, veamos que es lo que te esta causando tanto dolor ─con algo de luz que Izabella me brindaba con una linterna pude ver que algunas minúsculas piezas metálicas estaban atravesando lo que parecían ser cables importantes por lo que con unas pinzas fui quitando esas piezas e intenté cambiar los cables haciéndole el menor daño posible por otros que había traído Izabella junto a la caja de herramientas cosa que logré pero el pecho de Optimus es bastante complejo y está lleno de cables de los cuales había que cambiar la gran mayoría.

─¿Cuánto tiempo va a llevar esto? ─preguntó Izabella mirándome de reojo de tanto en tanto.

─No lo sé la verdad ─respondí con sinceridad─ la verdad es que no quiero pasarme todo la noche aquí, no me malinterpretes Optimus, creo que todos aquí sabemos que una vez terminemos esto volverás a Cybertron con el resto del equipo.

─Optimus no ha venido aquí solo para veros ─la voz de Drift nos sobresaltó a los tres mientras le mirábamos momentáneamente.

─Mira Drift te voy a ser bastante franca, a veces me tienes harta ─seguí cambiando los cables hasta que Optimus pudo funcionar con normalidad, como hacía antes, guardé las herramientas y me levanté de la hierba mientras Izabella apagaba la linterna y las compuertas del pecho de Optimus se cerraron con un fuerte sonido mientras se incorporaba quedando sentado.

─También quisiera ver a Bumblebee ─comentó Optimus mirándome con detenimiento como si nunca antes me hubiera visto en la vida.

─Bumblebee no sabe que estás aquí y aunque lo supiera creo que no se arriesgaría tanto a venir aquí sin saber de absolutamente nada ─luego de unos segundos pensándolo Optimus asintió y al parecer se iba a quedar unos días con Cade e Izabella para recargar fuerzas e irse a Cybertron con los que se quedaron allí.

La mano derecha de PrimeWhere stories live. Discover now